Riki quería verme, lo cual me ponía un poco nerviosa, pues no habíamos conversado desde la última vez que nos vimos. A mi madre le darían de alta por la tarde, y mientras sucedía eso, yo había regresado a casa con mi Tía para descansar y limpiar la casa para la llegada de mi madre y el bebé. Dormí hasta el medio día. Me cambie y salí de mi habitación, la tía estaba cocinando y me pidió que le ayudara a limpiar, fui por las cosas y limpiamos la casa juntas. Papá llamó poco después y dijo que llegaría con mi madre en pocos minutos. Recordé que Riki vendría a casa así que corrí a mi habitación para peinarme.
─¿Qué sucedió? ─pregunta mi tía entrando a la habitación. Niego y termino de peinar mi cabello. ─¿Cómo me veo, tía? ¿Necesito maquillaje? ─¿Es por el bebé? ¿Sí sabes que no ve con claridad aún? ─No, no es por el bebé... Es porque tengo una visita hoy. ─¿Una visita? ─Es mi amigo, vendrá a verme. ─Oh, ya entiendo, es el chico que te gusta ─sonrío. ─Eres a la primera persona le cuento esto, Tía, pero sí, es Riki, creo que pronto podríamos estar en una relación, y prometo que no molestaremos al bebé, solo quiero verlo un rato. ─Está bien, te ayudo a verte linda. ─Gracias, Tía ─sonrío. Termine cambiando mi ropa, mi tía me dijo que me pusiera algo más lindo y me ayudó a maquillarme un poco.
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─Tía ¿no crees que es demasiado? Solo lo veré unos minutos. ─No puedes solo verlo unos minutos, ya verás, convencere a tus padres de dejarlos salir de casa unas horas. ─¿Qué? ─digo poniéndome nerviosa. ─¿No quieres tener una cita con tu novio? ─Sí, pero aún no es mi novio, tía ─niego. ─Lo será desde hoy ─mi tía sonríe y me hace salir de la habitación.
Mis padres llegaron a casa, mi hermanito dormía en los brazos de mamá. Mi tía les contó que Riki vendría a verme y mis padres estuvieron de acuerdo. Luego acostaron al bebé en su habitación y mis padres comían lo que la tía preparó.
─¿No les parece extraño? ─pregunto. ─¿Por qué cariño? Puedes salir con tus amigos ─me dice mamá. ─Es que... ─los toques en la puerta me interrumpen. Yo nunca había tenido novio y no sabía si mis padres estarían de acuerdo con eso─. Riki ya llegó, le haré pasar ─les digo y ellos sienten. ─Kairi, hola ─me dice cuando me ve. Sonrío─. Le traje un regalo a tu madre ─me muestra. ─Gracias, puedes dárselo tú si quieres ─le digo y lo invito a pasar. ─¡Hola! ─saluda mi tía al ver a Riki pasar. ─Hola... Me presento formalmente, soy Riki, soy amigo de Kairi, yo... Yo quería felicitarlos por el nacimiento de su bebé ─saluda a mis padres. ─Muchas gracias muchacho ─dice papá. ─Traje este regalo para usted, señora ─dice Riki y mi padre se encarga de recibir el regalo─. Son productos de belleza para el cuidado de la piel, me dijeron que son buenos para el posparto ─les dice mientras mi padre lo abre para mi madre. ─Ooh, muchas gracias ─dice mi madre con una sonrisa. ─¿Y esas flores? ─pregunta mi tía. Agachó la mirada un poco avergonzada. ─Son para Kairi ─dice y me las da. Las tomo tímidamente y le agradezco. ─Bueno... Yo... ─empiezo a decir. ─De hecho... señor y señora ─se dirige a mis padres─. M-Me gustaría pedirles permiso para ser el novio de Kairi ─me sorprendo al escucharlo decir eso. Mis padres se miran entre sí─. Pensé que sería lo correcto pedirles su permiso, aunque aún no le hago la pregunta a su hija, de hecho solo me estoy arriesgando a ser rechazado. ─Me parece muy valiente de tu parte ─habla mi padre. Riki asiente. Parecía que estaba muy nervioso, pero se mantuvo firme todo el tiempo. ─Creo que nos gustaría saber que piensa Kairi ─dice mamá y papá asiente. ─¿Yo? ─pregunto sorprendida, Riki me mira─. Eh... ─Kairi ¿qué piensas? ¿quisieras ser mi novia? ─sonrío. No podía creer que él estaba haciendo esto, era un poco vergonzoso, pero tierno a su vez. ─Sí, también me gustas y me gustaría ser tu novia ─asiento. Él suspiró aliviado y me sonríe. ─Entonces ya tienes nuestra respuesta ─habla papá─. Sí, te damos nuestro permiso de salir con nuestra hija. ─¡Muchas gracias! Les demostraré que puedo ser bueno con Kairi, y respetuoso con ella, también la cuidaré muy bien y amaré mucho. ─Eso esperamos ─sonríe mi madre. ─¿Ya podemos irnos? ─le pregunto a mis padres. Ellos asienten─. Vámonos ─le digo a Riki y él asiente y se despide de mis padres y tía. ─Damelas ─dice mi tía tomando las flores y dejando en mi mano dinero, sonrío y salgo de casa y detrás de mi sale Riki.