Entre 2 mundos

Chapitre 1

Hace calor. El aire esta pesado. Un olor acre flota a su alrededor. Ácida, aguda, espesa... la sangre. Sangre por todas partes. Cuerpos por doquier. Ruinas de edificios. Se escuchan llantos y lágrimas pero reina el silencio supremo.Un joven está de pie, vestido de negro. Parecía un modelo, si las circunstancias fueran diferentes. Se pueden ver cortes en la ropa y en el cuerpo lechoso. Pero no duele. No le puede doler.

En su mano, su arma se aferra a él. Duele. A su alrededor, 5 personas están de pie. Lo miran, tristes, nostálgicos pero decididos. Los mira uno por uno, recordando sus recuerdos lejanos, sus vidas sin preocupaciones. Pero todo eso está lejos ahora.

- Jungkook... - dijo el peliazul. 

- Lo sé, lo haré enseguida.

- ¿Estás seguro? ¿Es la única forma? - dijo el rubio 

- Todos sabíamos que tenía que terminar así.

- ¿Y ellos? - sollozo un peliverde, mas joven que los demas. 

- Ellos... Estarán bien. Son fuertes. Ya no nos necesitan.

- No quiero precipitar las cosas pero pasan los minutos y muere gente - añadió el mas alto de ellos, mirando fijamente Jungkook. 

- Basta de charla.

Su arma se levantó en el aire, una luz salió, cálida y familiar. Jungkook apuntó al punto lejano. Un cuerpo gigantesco se encuentra en la distancia frente a ellos. Deformado, asimétrico, lúgubre.

¿Por qué quiere llorar? ¿Podría haber actuado de otra manera? Es su culpa. Todo lo que sucedió es solo el resultado de sus acciones.Los recuerdos comenzaron a resurgir, como un rollo de su vida desplazándose, la muerte se acercaba lentamente.

Que vida ...

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11 años antes......

Jungkook se mira en el espejo de su habitación. Su cara es pasable. Una piel blanca, algunas marcas claras de acné, una nariz demasiado presente para su gusto. Labios normales, ni demasiado grandes ni demasiado delgados, pero demasiado rojos para su gusto. Un punto de belleza marca su boca, haciéndola extrañamente etérea. 

Más arriba, su mayor característica: sus grandes y brillantes ojos de bambi color carbón. Él piensa que está bien, perfecto si hubiera menos grasa juvenil, pero sabe que con el tiempo debería desaparecer.

Después de arreglarse el cabello lo mejor que puede, se pone una gorra negra, abandonando la idea de tener el cabello correctamente peinado hoy. Un suéter de gran tamaño, que le llegaba a las rodillas, cubría sus pantalones cortos. 

Jungkook salió de su habitación para dirigirse a la cocina. La cocina es blanca, limpia, desinfectada. Todo está en su lugar. Había preparado el día anterior su barra de cereale y su botella de agua, contando las calorías necesarias para que su cuerpo funcionara correctamente. El excedente es inútil.

Después de poner su fuente de nutrientes en su mochila, se puso sus tenis negros, tomo sus llaves, teléfono y cargador portátil y finalmente cerro la puerta de su casa.

Mientras avanza en una dirección determinada con paso seguro, se pierde en sus pensamientos. ¿Qué comer hoy? Los otros no querrán nutrientes innecesarios, pero se vuelve difícil ser creativo todos los días mientras se cocina. Pero aún más difícil, el entrenamiento de hoy prometía ser particularmente agotador según el profesor de baile. Ser trainee no era fácil pero era lo que quería hacer, lo único que se le permitía elegir.

De repente, un ruido interrumpió sus pensamientos. Su mirada se dirigió a su fuente: un hombre cayendo encima de él. Jungkook flexiono los brazos para amortiguar la caída del hombre en cuestión. Por suerte, pasó sin problemas. Lo giro de inmediato. Estaba rígido pero aún cálido. Miró en la dirección de donde había caído el individuo. Una especie de lagarto volaba a toda velocidad hacia ellos.

Por instinto, arrojó el cuerpo al suelo y rodó hacia un lado. Salieron otros hombres por un lado y otros lagartos por el otro. Una batalla formándose allí. En medio del lío, retrocedió para esquivar los golpes pero una extraña sensación invadió su cuerpo. Jungkook inmediatamente giró su cuerpo hacia atrás para esquivar lo que viniera, pero para su sorpresa, era un agujero negro y rosa fucsia que se presentó allí. 

Ya no podía esquivar más, se había acabado para él.

Cerró los ojos con fuerza, esperando la muerte, y cayó. Duró mucho tiempo. Cuanto tiempo ? ¿10 minutos? ¿1 año? ¿5 años? Su cabeza daba demasiadas vueltas para contar. Y luego nada.

Cuando recuperó el sentido, el sol le pegaba con fuerza en la cabeza. La luz lo obligó a abrir sus orbes. Su nariz se reactivó. Los aromas de la naturaleza la invadieron, calmando su creciente ansiedad por lo desconozido. Por seguridad, movió poco a poco cada miembro de su cuerpo, por si se le había roto algo. Pero ningún dolor lo alarmó, solo un ligero entumecimiento. 

Se sentó lentamente sobre la hierba verde. La acaricio. Esta brillaba al tacto. ¿Cómo fue esto posible? Miró a su alrededor pero nunca había visto un paisaje así: animales de especies desconocidas deambulaban en total libertad, el agua de un río no muy lejos de él estaba en tonos púrpura, flotaban árboles sin raíces así como piedras con extraños diseños tallados en ellas. 

Pero, ¿dónde estaba?