1. Al despertar.

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La familia Sully se mantenía impaciente afuera del marui, la tsahik hacía lo que podía pero nada parecía dar frutos, lo último que supieron era que su primogénito luchaba con todas sus fuerzas por mantenerse con vida.

Jake maldecia en silencio aquella estúpida guerra, enojado con su propia raza, aquellos que le habían arrebatado la vida a su hermano y ahora parecían estar apuntó de hacer lo mismo con la de su propio hijo. Abrazaba a Neytiri quien lloraba desconsolada, sus grande ojos dorados no paraban de lagrimear y aunque esta sostenía en sus brazos a Tuktirey, deseaba que fuera Neteyam quien le devolvía el abrazo.

Lo'ak por otro lado, estaba sentado con los pies en el agua, aún recordaba la pelea que había tenido con Neteyam antes de ir a por su hermano espiritual, ni si quiera había tenido tiempo de disculparse. A decir verdad, también pensaba que, si no hubiera sido porque el propuso regresar por Spider, su hermano seguiría a su lado, sano y salvo. Tsireya estaba sentada a su lado sosteniendo su mano, la pobre no dejaba de llorar y aunque su intención era consolar a su amado, era él quien la consolaba en su tristeza, acariciando su cabello como si lo hubiera hecho cientos de veces antes de que se volviera un movimiento aprendido.

Para cuando otra nave del cielo se acercaba, los nativos ya se estaban preparando para unas secuelas de la guerra, Jake corrió hacía esta intentando explicarles a los metkayina que eran aliados. De la nave bajo un na'vi vestido como si fuera una persona del cielo, algunos lo reconocieron de cuando Kiri tuvo aquel episodio así que optaron por alejarse pero manteniéndose alerta en todo momento, hacía tan sólo unas horas muchos de sus hermanos y hermanas estaban con vida, gracias a las personas del cielo ya no podían decir lo mismo.

—Gracias por venir.— La mirada que Jake le dirigió a Norm en cuanto se acercó era significativa, había un "salva a mi hijo" implícito que solo el científico pudo identificar. Este solo asintió y le pidió que lo llevará a donde estaba Neteyam.

Justo en ese momento, Ronal iba saliendo, al visualizar la nave a lo lejos mostró los dientes y todo su cuerpo se mostró en posición de alerta, pero la mano de Neytiri y la mirada de calma que le dirigió la tranquilizó un poco.

—¿É-él?

Preguntó la madre del chico con la voz rompiéndose.

La tsahik negó levemente antes de hablar.

—No puedo hacer más por él, esta estable pero aún no despierta, Eywa tendrá que decidirlo.

Y sin más se alejó, no sin antes darle una mirada llena de fuerza.

—Por aquí. —Indicó Jake llamando la atención de su esposa, quien de mala gana se apartó de la entrada permitiéndoles pasar a todos con sus máquinas.

—Necesito que no interfieran así que por favor, no entren hasta que yo salga, necesito sanitarios el área lo más posible y no podré hacerlo si entrar y salen de la habitación.— Max habló mientras con ayuda de Norm empezaban a acomodar todo el equipo médico. Aunque más bien la indicación era para la na'vi que para su esposo, est último asintió y tomándola por los hombros la dirigió hacia donde estaban.

—Él estará bien mamá, Neteyam es muy fuerte. —Kiri se acercó a sus padres y abrazó a Neytiri intentando darle fuerzas aunque ella misma parecía quebrarse.

[...]

Cuando Max salió del marui, todo parecía ir lento para Jake Sully, la brisa sonaba a lo lejos, las olas del mar parecían opacar se por un silbido en sus oídos y sentía que flotaba, aunque no de la manera en la que le hubiera gustado, era una extraña sensación de que el suelo que pisaba se desmonoraba lentamente.

—Él se encuentra bien.

Fueron las palabras que salieron del científico, apenas pronunciadas Neytiri corrió hacía su cría, pero Jake, él se dejó caer de rodillas dándole gracias a Eywa mentalmente.

—Aún no despierta Jake, pero se encuentra estable, es cuestión de tiempo.

—Gracias.—Susurró antes de ponerse de pie y entrar junto a su esposa.

Pasaron dos días después de eso, muchas familias habían pasado a darles comida y ver en qué podían ayudarles, incluso Tonowari y Ronal aparecieron sugiriendo (más obligadamente para la segunda) que Max y Norm se quedarán en un marui cercano que no había estado ocupado. Tsireya no se despegaba de Lo'ak quien se arrinconaba en el marui esperando a que su hermano despertara pronto.

Una noche cuando parecía que todos dormían, se atrevió a soltar las lágrimas que con tanta fuerza había estado acumulando, la chica a su lado simplemente le tomó la mano y lo obligó a acercarse más, este se recargo en su hombro como un niño regalado buscando el consuelo de su madre y, mientras ella le tarareaba una melodía, el dejaba salir todo el miedo y la culpa que sentía en su interior. Pensó que estaba bien porque nadie más los había escuchado, que equivocado estaba.

Su padre, quien solo fingía dormir, se removia lleno de culpa, pues en parte, que Lo'ak se sintiera de esa manera había sido por sus palabras llenas de coraje.

La tercera mañana, cuando todos aún dormían, escucharon un querido, como el de un bebé comenzando a despertarse, la familia entera dió un brinco de donde estaba para postear se al rededor de Neteyam, quien poco a poco se removia en su lugar.

Este abrió sus ojos pesadamente, par paseando con lentitud varias veces, no recordaba mucho de lo que pasó, solo que estaba en el agua y después todo se había oscurecido. Miró a sus padres quien sonreían con lágrimas en los ojos, luego giró a ver a un sorprendido Lo'ak, una alegre Tuktirey y como no olvidar la cara de alivio de Kiri quien tapaba a Spider, el chico se sentía tan culpable que había preferido no acercarse tanto.

—Hey.

Soltó débilmente intentando que el ambiente se hiciera ligero.

—Mi dulce niño. —Agregó su madre acunando su cara con suavidad y dando leves caricias con los pulgares.

—Mamá, ¿Que pasó?

—Sobreviviste a una bala, eso pasó. —Esta vez fue el turno de su padre, quien orgulloso se acercaba más al lugar donde hacía acostado Neteyam. —Es más de lo que muchos pueden decir. —Quiso aligerar el ambientó pero sólo provocó que su hijo mayor riera suavemente, los demás le miraron incrédulos.

—Bueno, me alegra poder ser uno de los que pueden decirlo.

Se removió en la cama intentando sentarse pero al hacerlo su brazo resbaló y volvió a caer acostado provocando una cara de frustración en su rostro y preocupación en el de su familia.

—¿Estas bien bro?—Fue el turno de Lo'ak de unirse a la conversación, preocupado se había acercado con Tsireya atrás de él.

—Y-yo... Papá. —Llamó la atención de este mirándolo con preocupación.

—¿Que sucede?—Esta vez la preocupante voz de Tuk fue la que se internó en la plática, Jake Sully se acercó un poco más prestándole atención a lo que su hijo le quería decir.

Este nego varias veces bajando la mirada, sus ojos comenzaban a acuarse y sus puños fueron apretados con frustración.

—No siento mis piernas.

Y aunque toda la familia Sully y agregados había sentido un impacto ante tal declaración, la cabecilla de esta le dió un mayor significado a las palabras, recordando de manera tan rápida que parecería insano, todos aquellos años donde sus piernas no le respondían.

Entendió que su hijo estaba vivo y a salvó, pero que aquellos bala le había dejado daños colaterales.

Daños colateralesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora