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—¡Vamos, HueningKai, apúrate!

Grité por milésima vez desde la entrada, eso era una mala costumbre nuestra, HueningKai siempre se tardaba horas y horas admirándose en el espejo del baño, acomodando cada uno de sus cabellos para que tengan "el volumen perfecto", según lo que él decía. Siendo sincero era desesperante, pero al final me encargaba de recordarle que teniendo el cabello como lo tuviera, él siempre se vería completamente hermoso, porque era así, muchas mujeres babeaban por él, cosa que ambos sabíamos y sin embargo él continuaba tratando de verse mejor.

Aunque esta vez estaba tardando un poco más, ya me encontraba listo para decirle las típicas palabras de cada día desde que nos mudamos a vivir juntos, o incluso antes. Me sorprendí cuando ante mí no encontré a mi chico bañado y listo para ir a clases, sino al mismo chico pero aún con sus bóxers rodeando esas perfectas caderas, con mis dedos todavía marcados en su piel ¿Cuándo fue la última vez que lo habíamos hecho? ¿Una semana o más? Mis marcas siempre quedaban más tiempo del debido porque él tenía la piel tan clara y altamente marcable.

—Beomgyu, voy a tardar, apenas me levanto.

—¿Y eso? ¿Por qué? —intenté ignorar el tono tan normal como me lo dijo ¿Que acaso pensaba perderse las clases o qué?

—Porque sí, dios, me duele la cabeza ¿Puedes dejar de ser tan ruidoso? Sólo ve a clases y ya.

—Siempre vamos juntos, no me trates como si no hubiera hecho esto absolutamente todas las mañanas.

—Sí, lo hiciste y te lo agradezco. —El cuerpo desnudo de Kai se apoyó contra el marco de su puerta, mientras él pasaba una mano por su cabello desordenado. —Pero ya no somos novios ¿Recuerdas? Terminamos ayer, ya no tienes que hacer estás cosas. Somos amigos, como buen amigo puedes dejarme dormir otro rato y no preocuparte por mí como si fueras mi madre.

Es cierto, ayer terminé con HueningKai. Él ya no es más "mi chico" y yo no estoy obligado a esperarlo y decirle lo hermoso que se ve cada día, como en los últimos años.

—¿No has dormido bien?

—No, la verdad no, estuve haciendo la tarea de la tarde toda la madrugada.

—Bueno, le diré a tu profesor que te levantaste mal ¿vale?

—Te lo agradecería.

Está vez salí de la casa sin Kai, el primer día de semana en tres años que salía sin él. Tomé el ascensor con una extraña sensación en mi pecho, la costumbre, supongo, es normal porque antes podía perderme mi clase entera gritándole a HueningKai, pero nunca abandonaba nuestro hogar sin que él esté a mi lado, tomándome la mano y empezando a hablarme sobre sonreír en las mañanas y que eso ayuda a que el día mejore.

Hoy él no sonreía, sé que cuando no duerme se suele volver un poco susceptible, pero siendo sincero, no me hubiera molestado continuar con esta tradición aunque ya no seamos pareja.

Hoy tampoco iba a besarlo ¿verdad? Cómo cada vez que nos despedimos antes de entrar a clases, ya no me lo encontraría en el almuerzo o le mandaría fotografías de mi profesor de curso para que él se asegure que no me salté las clases, aún estando en la universidad continuábamos teniendo esa costumbre desde antes y ahora... ya no más.

—¡Beomgyu! ¡Beomgyu! ¡Oye, cuidado idiota! ¡Beomgyuuu!

A lo lejos observé a Sunoo corriendo desde el fondo del pasillo, golpeando a la gente, insultando a otros, todo para llegar hasta mi casillero. Me encogí un poco puesto que a esa velocidad golpearía con fuerza, pero por suerte supo frenarse antes de caer encima de mí. Suspiré, feliz de no terminar en el suelo como otras veces que mi efusivo y chismoso amigo no controlaba sus ataques de adrenalina.

𝐺𝑜𝑜𝑑 𝐹𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑𝑠 - 𝐵𝑒𝑜𝑚𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora