Yoriichi cierra los ojos con fuerza y comienza a soplar la flauta, con el constante movimiento de sus dedos se escucha una muy suave melodía que no dura mucho, cuando deja de soplar abre los ojos para ver el cielo con el sol ya oculto y su mirada se vuelve triste, detrás de él escucha pasos acercándose como el sol ya se ocultó ese hombre puede salir afuera y buscarlo.
—Ya es hora de volver.
Dijo el hombre mientras lo tomaba de los hombros, aprieta la flauta en sus manos durante unos segundos y luego la guarda en el estuche, no quiere volver a la mansión, quiere ser libre de Kibutsuji Muzan.
—No quiero.
Muzan ignoro sus palabras y lo tomó del brazo para llevarlo a la fuerza hasta la entrada, cuando Yoriichi trató de resistirse él apretó con fuerza su brazo en señal de advertencia, cuando ambos entraron a la mansión cerro la puerta con fuerza haciendo que el sonido fuera muy fuerte y luego inundará el incómodo silencio.
Yoriichi mantenía la mirada en el suelo y aún sin soltar su brazo lo atrajo hacia él, pudo ver su rostro y las lágrimas formándose en sus hermosas ojos chasqueo la lengua rindiendo, y finalmente lo soltó sin poder sentirse mal por hacerlo sentir mal aun así las lágrimas comenzaron a deslizarse por su rostro, ya era tarde para detenerlo con la culpa pesada sobre él se acercó para intentar consolar a Yoriichi pero fue rechazado.
—Deja de estar creando problemas, cálmate y vamos a cenar de una vez.
Muzan le dijo con molestia, le arrebato el estuche que contenía la flauta transversal y lo llevó a su oficina, aquella flauta lo había comprado para Yoriichi cuando recién lo había traído a vivir con él, siempre lloraba en silencio y aunque intentaba ocultarlo era muy evidente, necesitaba que se distrajera de alguna manera mientras él se enfocaba en su trabajo y cuando se enteró del interés de Yoriichi por la flauta rápidamente adquirió una para regalárselo.
Escuchar el sonido algo desafinado toda la tarde era mil veces mejor que verlo llorar de tristeza, rápidamente mejoro la afinación y comenzaba a tocar melodías suaves, aun así había días en las que volvía a estar triste y el ambiente se volvía pesado entre los dos, odia cuando esos días llega pero trata de estar paciente y comprensivo, debe tolerar esos días porque él es quien los provoca.
Cuando sale de su oficina y se dirige al comedor la mesa ya está hecha, Yoriichi parece estar mejor por supuesto sigue con la expresión triste, se acerca a abrazarlo sin ser apartado esta vez, el silencio nunca desaparece aun cuando ambos comen y hay varios toqueteos de parte de Muzan.
La cena acabó hace rato y ahora ambos están en la habitación, Yoriichi jadea fuertemente mientras se aferra a Muzan, su cuerpo tiembla con cada embestida y no puede callar sus sonidos obscenos. Su cuerpo es muy sensible al contacto cada beso y caricia que recibe hace que se derrita al instante.
—¿Está bien así amor?
—S- si ¡Continua!
Muzan no puede estar más feliz, su acto continuo un rato antes de que ambos llegarán a al clímax, el pecho de Yoriichi subía y bajaba por el cansancio el líquido espeso se desliza por sus piernas. Comienza a cerrar los ojos lentamente, pero Muzan se acercó a sacarlo de su ensoñación, ambos deben ducharse antes de dormir de una buena vez entonces lucha con su cansancio y sigue a Muzan hasta el baño de la habitación.
La bañera se acaba de llenar con agua tibia y el jabón del baño huele a lavanda, el favorito de Yoriichi. Casi siempre terminaban teniendo otra ronda en el baño pero esta vez está muy cansado y al parecer Muzan también, simplemente se meten en la bañera para relajarse en silencio, hay suaves toques hasta que termina siendo abrazado por la espalda por un buen tiempo.
—Ya deberíamos salir tengo mucho sueño.
—Primero debes besarme.
Yoriichi cerro los ojos antes de darle un suave roce que terminó siendo intensificado por Muzan, él solo se entregó a lo que se le exigía para poder acabar rápido y dormir de una buena vez, afortunadamente acabaron rápido y pudo regresar a la cama para acomodarse, cerro los ojos apenas se cubrió con la manta y Muzan repitió lo mismo que él.
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Kibutsuji Muzan sabe que lo que está haciendo esta mal, pero se había enamorado tanto de Yoriichi que decidió actuar pensando únicamente en el que él quería, alejo a todas las personas que rodeaban a Yoriichi y lo arrastro hasta su mansión, sin que le importara ni un poco la felicidad de quien amaba, sin respetar sus sentimientos, sin respetar sus límites, él quiere a Yoriichi solo para él y no va a aceptar un rechazo.
Sabe que Yoriichi ya se está adaptando a él, él es demasiado paciente porque lo ama tanto y solamente es cuestión de tiempo para que Yoriichi lo ame tanto como a él.
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[𝐅𝐢𝐜𝟐𝟎 lo escribí a inicios del 2020, por eso el el número 20 en el título es uno de mis primeros fanfic que escribí y de esta pareja, lo creí perdido hasta que esta tarde lo encontré entre mis viejos archivos, no llegué a hacer un descripción para esta fic porque no sabía cómo hacelo, gracias por leer.]