El Destino en las Cartas

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Una vez la estatua estaba hecha... Contemplé mi imagen esculpida en esta, y sonreí... No soy muy arrogante pero... Me veía muy bien, no?... Bueno, fuera de eso... Ahora mismo solo tenía un adepto bajo mi mando... Eso no sonaba muy bien... Necesitaba más almas que tener para mí y Aquel que Espera...

Lambert: Bien... Frank

Frank: si mi querido y supremo señor?!

El zorrito se veía algo intimidado pero también listo para servirme

Lambert: Saldré a buscar más adeptos... Volveré en... Unas horas...

Frank: pero gran líder, necesitaría comer algo... No veo nada que pueda alimentarme aquí ..

Cierto... Que necesita comer... Mm... Bueno... Tenía unas bayas conmigo antes de morir...

De entre mi lana saqué unas cuantas bayas rojas que tenía... Aunque... Bueno... No eran la gran cosa... Pero... Qué tal si...?

Me acerqué a una zona despejada cerca de la estatua... Y planté una baya en el suelo, la cual imbuí de magia... Esta creció de inmediato y formó una olla, una barra de cocina y también un horno... Hu... Vaya hombre vaya, la magia es útil de verdad... Aunque... Bueno, me agotó bastante... Quizá mi magia no está hecha para que ande manipulando frutas y verduras...

Pero como ya tenía los medios, me puse a cocinarle un plato a mi adepto, un simple plato de bayas, muy simplón, lo admito, pero joder, no soy ningún chef profesional

El pequeño lo comió contento y sin saber que en el mundo probablemente habían mejores sabores, pero si no se queja, yo tampoco...

Ahora sí... Me despedí de mi fiel y "gran" secta para salir de esta y ver 5 puertas frente a mi... Eh?... Acaso aparecieron de la nada?... Cada puerta tenía un grabado de una corona diferente, menos la de en medio, la cual era grande, imponente y tenía 4 cadenas gigantes... Hmm... Me recuerda a... Aquel que Espera...

Las puertas tenían las coronas Azul, Verde, Amarilla y Morada... Como esos malditos que me mandaron a ejecutar... Me acerqué a cada puerta... La morada me quemó la mano en cuanto la toqué... La azúl me congeló la mano cuando la toqué... La amarilla me dió comezón insoportable cuando la toqué... Y la verde... Pues... Nada... Sinó que se abrió... Quizá mi magia era... Mayor que la de la puerta... Quizá...

Con duda en mi corazón, crucé aquella puerta, que me llevó lejos de mi secta... No pude verlo, pero lo sentí... Ahora estaba nuevamente en aquél bosque donde mi muerte suponía pasar...

Yo solamente me adentré al bosque, estando algo incómodo por el aura que este emitía...

Pero al momento de adentrarme, me encontré con una piedra que tenía la imagen de la corona verde, además de un tallado que leía:

Bienvenidos a la tierra del obispo Leshy, quien incumpla las normas de la antigua fé será eliminado

Eso me daba mala espina e incluso más escalofríos... pero no debía acobardarme... seguí mi camino hasta hallarme en un... "Cuarto"? que tenía estrellas colgadas de los árboles, una alfombra morada con cartas del tarot encima y... Una figura grande y roja frente a las cartas, parecía una especie de ave rara... Yo qué sé...

???: Alabado sea el cordero, prometido libertador de Aquel que Espera en las profundidades... Eso me contaron las cartas hace ya muchas vidas... Aún no ha pasado?...

En todo momento, mi contrario mantenía los ojos cerrados y hablaba suavemente

Lambert: Eh... De qué hablas?... Quién eres?...

Clauneck: El nombre de tu servidor es Clauneck, yo siempre he levantado tus cartas, corderito, y al mismo tiempo, esta es la primera vez....

Lleno de intriga, me senté frente a las cartas del tarot que yacían frente de ambos

Clauneck: Noble cordero... Lambert...

Lambert: cómo sabes mi-?

Clauneck: El camino en el que te hallas ahora es oscuro y lleno de sangre y deseo de venganza... Que lleva milenios esperando a ser completada...

Mi contrario levantó una carta, la cual mostraba la imagen de los 4 obispos frente a mí, Yo estando encadenado

Clauneck: La muerte debía llegar a ti ese día, mas tu destino fue cambiado por el encadenado en lo más profundo...

Volteó otra carta para revelar una imagen de la corona roja llena de sangre

Clauneck: el poder que cargas en tu cabeza y la misión que cargas en hombros lleva el peso de mil almas, lamentos y resentimientos, en estas tierras se derramó sangre divina, aquí la muerte se cansó de esperar....

Lambert: Entonces... Soy el intermediario de una disputa?

Clauneck; de una venganza

Clauneck volteó la última carta, que tenía la imagen de Aquel que Espera, la mía, y la corona de por medio

Clauneck volteó la última carta, que tenía la imagen de Aquel que Espera, la mía, y la corona de por medio

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Clauneck: Aquel que Espera en las profundidades te ha concedido una divinidad casi perfecta... Pero bien, es un poder que reclamará una vez no le sirvas...

Mm... Es cierto... Probablemente ese desgraciado me asesine una vez haga lo que él quiera...

Clauneck: Ahora mismo, puedes ser capaz de cambiar el destino que las cartas me han contado...

Al oír eso, me sentí en parte aliviado

Clauneck: Aún así... Bestia del sacrificio, ve con cuidado... Pues una corona no puede posarse sobre dos cabezas...

Me levanté y me sacudí la lana

Lambert: Bueno... Supongo que nunca es lindo escuchar lo que el destino te depara si es un destino así... Nos volveremos a ver?

Clauneck: Eso es sabido a la vez que inefable...

Lambert: Bien... Espero que las cartas que me esperen me digan que podré vivir mi vida como yo quiero... Adiós... Clauneck

Mi contrario se despidió de mí con un suave movimiento de mano, con lo cual seguí mi camino...





Continuará

La Corona Roja (Cult Of The Lamb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora