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Sorpresivamente, Niki no se sentía tan nervioso como creyó que estaría. Más bien, se sentía cómodo y tranquilo mientras caminaba al lado de Heeseung por las calles de la ciudad. La ciudad estaba iluminada por las luces de los edificios y las farolas en la calle, el cielo estaba de un profundo azul oscuro y el ambiente nocturno era agradable, bastante fresco para ser verano. Ambos sonreían ligeramente mientras charlaban amenamente.
—Y entonces me desmayé cuando el ternero nació, por eso toda mi familia se sorprendió de que años después decidí estudiar veterinaria.— Heeseung le estaba contando su primera experiencia con animales en la granja de sus abuelos cuando era un adolescente, Niki lo escuchaba atentamente con diversión.
—Es una carrera bastante interesante. Aunque yo jamás estudiaría eso, pero sigo pensando que es muy noble.— comentó.
—¿Qué te gustaría estudiar?— le preguntó el mayor.
—Me gusta mucho el arte, aún no estoy seguro, pero estoy entre diseño gráfico o talvez animación.
—Wow, eso es genial. Tendrías que mostrarme tus dibujos en algún momento.
—Claro.— contestó, sonrojándose al recordar la cantidad de retratos y caricaturas que hizo inspirados en Heeseung.
—¿Por qué te pusiste rojito?— molestó, picando la mejilla del más alto.
