"La creación es una acción con un propósito confuso, pero la destrucción es la única acción con un propósito claro."
Antes de comenzar a leer, te recomiendo des play al OST arriba, escribi todo el capitulo inspirado con esa cancion.
En el espacio no hay sonido, no hay aromas, no hay arriba ni abajo, algunos encuentran esto aterrador, otros sin embargo se deleitan con estas palabras. Ningún ojo humano ha visto el vacío del universo fuera de la pequeña burbuja que es el sistema solar y cuando se lo imaginan su cerebro curioso muchas veces no comprende lo inmensurable que es, siempre intentan encontrarle sentido con su lógica y crean teorías de cómo debería funcionar, de lo que el universo debería hacer o comportarse. Creen que el universo existe para ellos, olvidan lo más importante de todo: El universo no tiene ninguna obligación de tener sentido para ti.
Después de todo, Dios, el gran arquitecto, universo, el todo o como quieran llamarle...no le debe nada a nadie, ni la más mínima explicación, especialmente a aquella raza llamada ser Humano. Les dio un paraíso, lo quemaron e industrializaron, aclamaron por salvadores y estos les fueron enviados, al final los rechazaron y estos terminaron retirándose en los confines de las estrellas, se arruinaron aún más y el mismo creador encarno en uno de ellos para salvarlos y guiarlos, lo mataron. El caos cayó sobre ellos de nuevo. Nuevamente se les dio la oportunidad dándoles la posibilidad de crear a sus salvadores, pero sus intereses rebasaron sus necesidades y terminaron declarándoles la guerra, crearon demonios creyendo que estos les apoyarían, así que se aliaron con los salvadores que habían creado, pero no del todo, cuando la batalla acabo, los cazaron, juzgaron como si fueran alguna autoridad suprema...pero no contaban que esta vez habría un punto final. El reloj de arena estaba casi vacío. El universo había escogido a alguien para que pagara las estrellas, acabara con el tiempo y los hiciera ir al gran juicio y así fue, a pesar de los intentos de todas las razas, seres y extrañas formas de vida por detenerlo. Al final, Thanatos Tsartsaris destruyo hasta el último átomo, el ultimo flujo de gravedad, desvaneció el tiempo, cumplió su obligación. Acabar con ese universo.
Un mundo de almas y personas puras es posible, sin embargo. Así como una persona, incluso el científico más grande de su época jamás podría explicar el comportamiento total de un universo, ni la razón de su existir, jamás podría tampoco imaginarse, ni explicarse la existencia del paraíso, aunque tampoco es que le vaya a importar estando ahí. Imagina todas las cosas buenas de tu vida, esos pequeños momentos que te hicieron gritar, llorar con felicidad inmensa, pero que ahora nunca acaban, tu única razón de estar ahí es gozar. Nadie cuestiona cuando las cosas van excelentes, simplemente lo disfrutas, te dejas llevar, todo lo bueno que te podría pasar, que te paso, en un mundo infinito.
Pero para un dios o en este caso arconte, como les llamaron alguna vez, jamás pertenecerán a ese mundo infinito. En cambio, tienen uno de descanso, en lo que son asignados a otro universo a la espera de que el gran arquitecto le entregue los planos del nuevo universo a un Alpha. Una espera que puede ser eterna o corta para algunos con suerte.
-Has estado parado ahí desde ayer, no te hayas arrepentido ya de tu decisión.
La voz rasposa de Vilion intervino con la pequeña meditación de Thanatos. El chico no hizo más que mirarlo y volvió a su posición original, ignorando conversaciones o comentarios innecesarios, como siempre. Vilion era un hombre corpulento y enorme de tez morena y cabello pelirrojo, se podría decir que media dos metros y medio, con ojos entrecerrados con un iris emitiendo un brillo amarillo. Su armadura parecía ser de cristal, un cristal que contenía fuego, pues era como ver la superficie de una estrella contenida.
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The Omega: El Mundo Infinito.
Science Fiction¨Debiste haberme matado junto con todo tu universo...ahora enfrentaras las consecuencias de romper las reglas, ¿Estas listo...Thanatos?¨