Anne

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Hola, me llamo Anne y tengo 6 años. Mi papá dice que soy muy mayor, y que vivo en castillo de princesas, aunque  no me acuerdoe bien. Espero que sea un castillo muy muy muy grande y de color "rosa princesa", como en los cuentos que me cuenta papá por la noche. Este es mi cuarto pero no me gusta porque las paredes son duras y frías y de color gris que brilla, como el collar de mamá. Me da mucho mucho miedo cuando suenan golpes y por eso me voy al lado de mamá y la abrazo y cierro mucho los ojos. Después el monstruo de afuera deja de hacer eso, pero sé que sigue ahí.

Mi papá me pide que salga, que abra la puerta porque me echa de menos a mí y a mi mamá también pero yo sé que cuando abra la puerta los monstruos van a entrar. Dice que quiere ver "mi pelo negro despeinado como siempre" y "mis grandes ojos grises" pero tampoco le abro porque a mi no me gustan esos colores porque el negro y el gris dan mucho miedo porque aquí está todo oscuro. Dice que mi mamá es como las princesas del cuento, que está dormidita y que necesita un besito de amor para despertar. Yo quiero que mi mamá se despierte y quiero que mi papi entre y le de un besito en los labios como se dan a veces porque la extraño muchísimo pero sé que los monstruos están afuera y no lo hago.

Cuando los monstruos vinieron a casa, mi mamá me cogió y juntas vinimos aquí. Ella cerró la puerta, pero antes, uno de los monstruos le clavó una de sus patas en la barriga y la embrujó para que se quedase dormida. Cerró la puerta, me dijo que no abriese a nadie porque ya vendrían personas a rescatarnos y después cayó en el hechizo y no habló más. Estoy segura de que han venido porque mamá es la princesa más guapa de todas . Yo quiero ser como ella, pero no quiero dormir hasta que me den un beso de amor porque no me gusta dormir. Mi papá estaba afuera en ese momento pero cuando él llegó no los veía. Yo creo que los monstruos sólo buscan princesas guapas y no papás buenos.

Mi papá siempre me pide que abra pero yo no quiero porque no quiero que me embrujen. Él siempre insiste porque dice que necesito comer y beber pero aquí hay mucha comida y bebida. Las latas que usa mi madre no las puedo abrir porque no tengo tanta fuerza pero hay bolsas de galletas que puedo comer. Para beber sólo hay agua, y a mi no me gusta porque yo quiero beber Coca Cola. Mi papá llora y pide que salga, pero no quiero. Está triste porque le da miedo que me pase algo pero yo sé que estoy segura aquí dentro como dijo mamá. Pinto flores de color "rosa princesa" en la pared para que los monstruos se vayan y no me quieran coger, y creo que funciona. Pero a veces se oyen gritos y golpes y me asusto mucho. A veces, si estoy al lado de mi mami y no se pasan los ruidos, me pongo a dibujar también flores porque no me gusta que me molesten y me asusten.

Mi papá dice que me ha comprado juguetes nuevos y que salga. Yo quiero salir porque se me está acabando la comida y me da miedo no tener nada pero es que tampoco sé cómo se abre. Creo que hay que apretar un botón grande pero yo no llego porque soy muy bajita. Mi papá me pide que salga, pero no creo que él pueda salvarme. Mi mamá está muy blanca y creo que está enfermita pero cuando le acaricio la mejilla sonríe, así que creo que está bien. Huele a basura y no sé por que, pero me quiero ir ya de aquí. Además, ya no oigo más a los monstruos y mi papá está más contento y está menos nervioso, pero sigue llorando y pidiendo que salga. Yo lo echo mucho de menos y quiero decirle que le quiero y que mate a los monstruos y salve a mamá .

Hoy he visto uno de esos monstruos en la oscuridad. Son como arañas gigantes de patas afiladas que dan mucho mucho miedo pero cuando he gritado ha desaparecido. No sé cómo ha entrado pero tengo mucho miedo y ya no sé si esto es seguro. Por si acaso pinto flores también por el suelo.

He oído un ruido raro y me he girado y he visto que el ruido salía de mamá. Estoy muy asustada porque no paran los ruidos y me acerco para ver que le pasa pero no tiene nada. Ahora todo está más oscuro que antes y me cuesta ver bien.  Le aparece un bulto negro de dentro de la barriga y va saliendo desde la herida que le hizo la araña gigante y no sé que pasa. Es otro monstruo y yo tengo ganas de vomitar y grito mucho, grito muy fuerte y me voy a la otra punta de mi habitación corriendo y llorando y intentando esconderme. Oigo los chasquidos y los golpeteos que dan sus patas y oigo como van saliendo arañas de una en una desde su barriga.

Creo que si no me muevo no me ven, pero hay una araña que sí que sabe donde estoy. Intento no gritar pero cuando la tengo delante no puedo evitarlo y todas me siguen de golpe y grito más. Las arañas me llegan por la cintura pero yo soy pequeñita así que deben de ser monstruos bebé pero dan mucho miedo. Intento aplastar a una mientras lloro y grito, y no sé si la he matado o si sigue moviéndose. Mientras, las demás se acercan lentamente hacia mí y yo intento dejar de llorar y gritar pero no puedo. Creo que la araña está muerta y la cojo de una pata y la arrastro hasta la puerta. Pesa mucho, pesa tanto... Me subo sobre ella y intento llegar al botón verde pero aún así no llego y las arañas me siguen y yo estoy muy asustada.

Doy un salto y llego y la puerta se abre. Corro a abrazar a mi padre, asustada. Pero no está mi papá, está la araña grande que había visto antes en mi cuarto, que casi toca el techo porque es tan alta...>>

-¿Dónde se encontraba la cinta?- preguntó el forense, arrastrando cada palabra como si el agente fuese corto de entendederas.

-La Cámara de Pánico empezó a grabar desde que se abrió hasta que uno de los agentes la paró manualmente para reproducirla. – hubo un silencio tan tenso que se podría haber cortado con unas tijeras. – La grabación se encuentra ahora en el Almacén de Pruebas. Nunca había visto nada parecido...

-Por el amor de Dios, ¡Claro que no habías visto nada parecido!¡Éste es un pueblo tranquilo!- parecía consternado, aunque había alzado la voz lo suficiente como para demostrar que también estaba furioso.

-Pero...

-Pero, nada. ¡La pobre niña ha estado viviendo una semana sin dormir, al lado del cadáver de su madre! Prácticamente no había nada para comer... – Toda esa situación no hacía más que enfadar al forense, y aún así se controlaba para no gritarles en la cara que eran una panda de inútiles y que el Departamento de Justicia estaría mejor sin contar con ellos – Después de ver la cinta... se me encoge el corazón ¿entiendes?

Recibió silencio como respuesta.

– No sé como aguantó tanto tiempo... Aunque, claro, la niñita... la pobre niña -ahora se mostraba tan triste que al otro agente también se le cambió el gesto de su cara- Si ves el comportamiento de la pequeña... estaba totalmente trastornada. Ni si quiera hablaba a su papá, por mucho que pensase que todo iba bien, se limitaba a taparse los oídos, cerrar los ojos y acostarse al lado de el cadáver de su madre. Pintando las paredes blindadas, con la sangre de su madre... – aguardó un momento de silencio, sobrecogido.- Se sube encima de su madre muerta, abre la puerta, y ¿Qué se encuentra? A su padre degollándola.

El otro agente no sabía que responder, y eso hizo perder los nervios al forense

-¡¿Por qué mierdas no habíais mandado una patrulla hacia su casa?! ¡La alarma había sido disparada, lo podéis ver en la cinta!¿Por qué no acudisteis?

-Había sido desactivada un día antes, desde afuera, al nombre de quien se había encargado la Cámara.

-¿La alarma había sido desactivada sin que os dieseis cuenta?- respiró profundamente para no perder los estribos- ¿Os dais cuenta de que en parte es culpa vuestra? – dijo el forense, antes de salir de un portazo por la puerta.


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Esta obra no da miedo pero sin embargo me gusto...


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