Recibida el 27 de febrero de 1940
Para mi pervertido amor
No puedo creer que seas tan intrépido, oh por Dios, aun sabiendo lo de los soldados te atreves a escribirme esa carta tan, oh ni siquiera encuentro las palabras correctas para describirla, te mentiría si dijera que no me he sonrojado por tu carta, tienes una habilidad para hacerme sonrojar aun estando tan lejos. Me alegra mucho el día recibir tu carta, las cosas se están complicando en este lugar por la guerra, la escasez de comida está golpeando fuertemente a todos los habitantes, pero no te preocupes por mí, sabes que tengo mis recursos y mi madre me apoya económicamente con la pequeña pero valiosa fortuna que dejo mi padre, así que no debes preocuparte demasiado, no soy para nada débil, lo escribo en esta carta porque como me conoces, también te conozco muy bien y sé que de una manera u otra vas a enterarte de ello.
Quiero que me cuentes un poco sobre tu estadía, ¿Has estado comiendo adecuadamente? ¿Tienes compañeros de confianza? ¿La pasas mal?, sino voy a estar cerca de ti físicamente, al menos me gustaría sentirte un poco más próximo de manera emocional, te extraño demasiado cariño.
P.D. Aunque me avergüence infinitamente debo aceptar que si me gustaría ver como a cambiado tu cuerpo.
Muy avergonzada pero feliz, tu querida Katherine.
24 de febrero de 1940
Katherine
Dejo la carta en la terminal de entrega y me dirijo a a fabrica de textiles donde recientemente encontré un empleo, se que no va a ser del todo fácil sobrevivir luego de que mi madre me retirara su apoyo económico pero no tengo otra opción, es ridículo de su parte pedirme que me case con un general muchísimos años mayor que yo cuando sabe que ya estoy perdidamente enamorada de Elijah, se que nunca estuvo de acuerdo con nuestro romance pero no puedo permitir que ella tome todas las decisiones importantes en mi vida, ya intervino demasiadas veces cuando estábamos comenzando a salir, diciendo que solo éramos un amor pasajero, que éramos de diferentes mundos, pero solo me parece habladuría cliché de una rica sin corazón, puede ser mi madre biológica, pero jamás la considere mas que eso, al único al que considere mi familia fue a mi difunto padre al que que siempre lo llevare en mi corazón y al que ella solo usaba por su dinero, no voy a ser su igual, si tanto quiere sobrevivir de esa manera que sea ella quien engatuse a un nuevo hombre por una nueva fortuna.
Pensando tantas cosas se me fue el tiempo de caminata y llegue pronto a la fabrica, tenia un olor esperado, sudor, telas y aceite.
- Buenas tardes, soy Katherine Anderson López, vengo este día para solicitar el empleo que ofrecieron en el periódico de la mañana. - le digo con cortesía a la señora sentada en un pequeño escritorio dentro de una oficina del mismo tamaño de un baño.
Me mira de arriba abajo y alza una ceja ligeramente.
- No pareces de por aquí, ¿Segura de que quieres el empleo? - dice un poco tajante.
- Completamente segura, necesito un empleo desesperadamente - ella suspira sonoramente y me entrega un formulario.
- Solo llena el formulario y estarás contratada, trabajamos de lunes a lunes y de 6:00 a 18:00, tienes un espacio de 15 minutos para comer luego de hacer tus deberes matutinos, el pago es de 25 centavos por hora. - abro un poco la boca al escuchar seméjate horario y tan poco dinero, pero lamentablemente no tengo otra opción, no si quiero esperar al amor de mi vida.
- Entonces, ¿quieres o no el trabajo?.
- Lo quiero.
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La Historia De Unos Enamorados
Historical FictionKatherine y Elijah son una pareja que ha pasado por muchas piedras en su relación, pero el problema más grande al que se entrenaran será su separación debido a la guerra. Con las cartas como su único medio de comunicación, buscaran la manera de sent...