Cap.0.
POV: Uhtred
El frío viento golpeaba mi rostro, los gritos y súplicas hacían que la piel se me erizara mientras me acurrucó junto a mi pequeña hermana envuelta en cobijas de piel para mantener su calor en el frío de invierno que nos azotaba por la ventana.
¡PUM!
El fuerte sonido de la puerta abriéndose con un golpe seco hizo que Daera empezara a llorar desconsoladamente.-Entrega a la niña-dijo aquella mujer mientras se acercaba para quitarmela de los brazos.
-¡No!-grite.-¡Es mi hermanita!
La mujer ignoró mis palabras y empezó a intentar llevarse a la bebé que tenía en brazos. Los gritos míos y llantos de Daera, hicieron que el Conde Ragnar entrara en la habitación, tirando al suelo a aquella mujer de un empujón mientras la observaba con desagrado -El niño dijo que no,-dijo.-Haces que anhele el momento de matarte cada día más Etthel.
Observaba como aquel hombre pateaba a la mujer mientras los gritos y súplicas de afuera entraban y se mezclaban con los llantos de Daera, la mujer quedó inconsciente en el suelo mientras observaba cómo se formaba un charco de sangre a su alrededor.
El hombre se acercó y se arrodillo para quedar a mi altura, yo trataba de tranquilizar a mi hermana meciéndola y colocando mi meñique en su boca para calmarla-Tiene hambre-.dijo Ragnar mientras colocaba su dedo en la mano de la bebé. Asentí mientras seguía meciendola.-¿La podría cargar?-preguntó mirándome.-No le haré daño-agregó al notar mi desconfianza.
Asentí y la entregué a sus brazos.
Ragnar la empezó a mecer mientras la miraba con...¿Dulzura?, empezó a moverse por toda la habitación mientras yo lo seguía por detrás, la curiosidad de salir y observar el por qué de los gritos me ganaba, pero la desconfianza por mi hermana era mayor y me impulsaba a quedarme con ella en la misma habitación.
El conde Ragnar empezó a hablarle en danés, los llantos de Daera iban disminuyendo mientras Ragnar le recitaba aquellas palabras y se sentaba en la ventana.
-Me recuerda a cuando mi hija estaba así,-dijo tomando la mano de la niña.- pequeñita.
Una sonrisa se formó en mi rostro en forma de respuesta. El mayor me miró y colocó su mano en mi hombro.-No me temas-dijo.
-Yo te protegeré a ti-Llevo su dedo a mi pecho.-y a tu hermanita.Mi mirada se levantó y asentí débilmente.
-Entenderas que tu hermana tiene hambre, tiene que lactar-dijo.-Le daremos una esclava nodriza.
El conde salió de la habitación, lo seguía de forma desconfiada mientras escuchaba el grito de aquellos hombres y mujeres siendo torturados en la planta baja de la fortaleza.
Bajamos las escaleras, atravesamos el caos del salón y me dirigí hacia los establos, dónde los hombres de ruda apariencia abusaban y humillaban a mujeres que suplicaban piedad.
-Alguna que haya estado preñada estás lunas-soltó con firmeza llamando la atención de los hombres.
Todos se detuvieron y observaban con confusión a aquel gran hombre que hizo una petición.
-Esta zorra tiene las tetas hinchadas con leche-se burló el sucio hombre que estaba sentado en el heno bebiendo cerveza, con una mano sujetando cadenas que rodeaban el cuello de una mujer que se encontraba de rodillas.
Aquel hombre se levantó y caminó hacia el conde jalando a la mujer tal perro con soga-¿Quieres chuparle las tetas y beber de su leche?-dijo burlón.
«Que puto asco» dije entre dientes.
Una patada en los genitales del danés hizo que caiga al suelo gimiendo del dolor-¡Respétame escoria!-grito Ragnar, miró a aquella mujer que seguía arrodillada en el suelo y jalo la cadena haciendo que se levanté.
-¿Tienes leche en las tetas?-soltó llamando la atención de la mujer.-S-si señor-respondió débilmente mientras mantenía su mirada en el suelo.-Y-yo tenía un bebé recién nacido.
Ragnar me observo.-¿Estás conforme con que está esclava alimente a tu hermana?
Lleve mirada a aquella mujer, la observe de pies a cabeza y asentí-Pero que no la tenga a solas-informe.
Ragnar asintió y me entregó a Daera en los brazos, ella estaba despierta y observaba con curiosidad el cielo mientras chupaba su pequeña mano. El jalo a la mujer hacia el salón y me indico que lo siguiera, llevó a la mujer a la entrada del salón,quitó la cadena, la desnudo y lanzó un balde de agua fría sobre ella haciéndola gritar.
No la dejó recuperarse del golpe de agua fría y la acercó hasta la fogata que habían armado en los establos.-Alimentaras a esta niña, y si no tienes las suficiente leche para ella te clavare en la cubierta de mi barco-decreto.
Me quitó a Daera de los brazos y se la entregó a la mujer que temblaba de frío, llevó el seno a la boca de la bebé y empezó a succionar de manera desesperada.-Alimentala bien, tratala bien y respeta a este niño, por qué él también será tu dueño-ordenó.
-Ambos son mis hijos-dijo.
Me miró y revolvió mi cabello, se dió la vuelta e ingresó al salón donde aún se escuchaban aquellos gritos.
«Ambos son mis hijos»
Esa frase me resonó en la cabeza mientras observaba el fuego de la fogata.
¿Me acogió en su familia?
¿Seré un danés?
¿Me llevará con él cuando parta de aquí?Mil preguntas se formaron en mi cabeza mientras procesaba lo dicho. No entendía nada pero me hacía sentir feliz, tal vez estaba ilusionado con volver a sentir el calor del amor de un padre.
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My Sweet Lord//Osferth Y OcFem//Español// Bl4ck_ligth
RandomOsferth un monje que toda su vida estuvo encerrado en aquel monasterio donde su tío lo había dejado para que no corriera peligro luego de la muerte de su madre. Daera una mujer que nació como sajona pero se crió como danesa gracias a que El Conde R...