CAMINO A CASA

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Sus miradas son como afiladas cuchillas que se clavan en mí. Siento sus miradas sobre mi y yo solo quiero que se alejen, que me dejen. Mi respiración falla, mis manos sudan y mi cabeza no deja de ser mi peor enemiga. Solo quiero que se detenga.
No aguanto más. Solo quiero salir corriendo a cualquier lugar donde esté segura...
Sin poder aguantar más comienzo a correr sin dirección fija. Solo me muevo por inercia hasta que mis piernas arden. Ahí en ese recóndito lugar me permito llorar y dejarme sentir. Lloro hasta estar totalmente deshidratada y me quedo dormida. Al despertar busco el camino regreso a casa y cuando lo encuentro noto que es distinto. Todo está lleno de unas bellas flores blancas y hay paz. La paz que tanto anhele ahora está aquí .

Cuentos cortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora