Estamos Saliendo

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Esa noche regresaron a sus cabinas mano en mano. Ninguno de los dos quería separarse del otro. Eran polos opuestos, pero el cielo había confabulado para juntarlos.

Germán acompañó a Angie hasta la puerta de su cabina y se despidió de ella con un dulce beso en los labios, el cual ella respondió con la misma intensidad. Luego sé encaminó hacia su propia cabaña y se dirigió a su cama. El pesado de Santhiago no volvería hasta la mañana siguiente. Cerró los ojos y el cansancio lo venció rápido. Una sonrisa se dibujó en sus labios; estaba soñando con ella.

Por su parte, en su cabina, Angie era atosigada por preguntas indirectas y fuera de lugar por parte de Tini. " Entonces mi querida Angie, ¿me vas a contar porqué saliste como loca de acá, y que estabas haciendo con Germán Castillo, los dos solos?" La pregunta hizo que Angie expulsara el buche de agua que tenía en la boca. Como ya había dicho, Martina la asustaba. Demasiado. "Me citó en el salón de música, quería mostrarme algo." respondió la chica, y una sonrisa se dibujó involuntariamente en su rostro. La mirada de Martina se tornó pícara, y por un minuto se le hizo difícil leerla. "¿Qué?" preguntó la chiquilla. "Una canción" respondió Angie, mientras trababa un mechón de pelo rubio detrás de la oreja. "Mirá vos, no sabía que Germán Castillo, el playboy del campamento, tenía una afinidad por la música..." comentó Tini. Angie respiró hondo, y mientras soltaba una bocanada de aire dijo "ESTAMOS SALIENDO."

Los ojos de Tini se abrieron como platos."¡¿Qué?!" Angie le hizo una seña para que bajara la voz. "¿Cómo que están saliendo?" "Sí, Germán me pidió que fuera su novia; y bueno le dije que si." Ante las palabras de su amiga, Martina soltó una carcajada. "¡LO SABÍA!" gritó lo más alto que le permitieron sus pulmones. Ángeles le hizo señas para que bajase la voz, pero esta vez la chiquilla no la escuchó y siguió gritando como loca.

Verano Del 98Donde viven las historias. Descúbrelo ahora