Forger (serie de one shot)

Apuestas

Nota de autora: ¡Hola a todos! Acá les dejo este primer One-Shot que abarcó mi inspiración esta mañana. Para quien me haya leído antes, este one contiene algún guiño a "perdidos", no obstante puede leerse sin problema y sin necesidad de haber leído antes la otra historia. Sin embargo, si te gustó esta, sería un placer para mi que se interesen por las otras y me dejen saber sus opiniones.

Por ahora les presento este primer one: Una fiesta elegante, un objetivo y dos asesinos.

Sin más, los dejo leer.

¡Buena lectura!

Ni buen puso un pie en dentro del salón, lo supo. Le habían advertido de la inmensidad de aquél lugar, sin embargo, no podía dejar de sorprenderse. Todo su alrededor ostentaba dinero, riquezas y excentricismo. El interior del caserón se asemejaba a los salones de baile que solo se veían en películas antiguas, como si de una mansión se tratara. En el techo una gran araña repleta de cristales reflejaba la luz fragmentándose en colores por todos lados; a su izquierda una banda sonora tocaba melodías lentas, llenando el ambiente de calidez; a su derecha, una amplia escalera de mármol se perdía hacia un segundo piso, donde un gran pasillo daba lugar a varias puertas; frente a ella, una cantidad considerable de gente vestida de manera extremadamente elegante charlaba en pequeños grupos mientras bebían elixir de champagne probablemente caro, que parecía rejuvenecer sus rostros en tanto las sonrisas se iban asomando a medida que incrementaba el nivel de alcohol.

Un hombre vestido con traje negro se acercó a ella con una bandeja con copas de champagne.

—¿Gustan?

La mano que tenía sujeta, hizo presión dos veces sobre la suya y se abstuvo de hacer un puchero.

—Compartiremos una, muchas gracias —el hombre a su lado tomó una de las copas sin soltarla —. ¿Por qué no vamos a saludar?

La mujer aceptó la propuesta y se dejó guiar hacia los organizadores del evento, directivos de un importante centro de investigación en Westalis que buscaban impresionar con sus últimos descubrimientos a grandes empresarios y así obtener buenas inversiones para su futuro. Durante toda la conversación, ella se mostró cordial y sonriente, pero ajena al contenido de la misma. De vez en cuando se fijaba en las personas que pasaban a su lado y se movían hacia los jardines, el salón principal o escaleras arriba.

—He leído su último artículo, Doctor. Y permítame decirle que me resultó sumamente interesante —la mano que la sostenía dejó brevemente la suya para dejar una caricia por su espalda descubierta. Una corriente eléctrica recorrió su cuerpo y no escuchó lo demás.

—Si me disculpan, pasaré un momento por el toilette —dijo intentando ocultar el rubor que se había formado en sus mejillas.

Ni bien les dio la espalda, pudo sentir unos cuantos pares de ojos puestos sobre ella. Sonrió, porque sabía que eso le molestaría. Contoneó su cadera adrede y se alejó hacia la puerta del servicio de damas. El reflejo que le devolvió el espejo hizo que sonriera más. Su cuerpo se veía extremadamente favorecido bajo ese vestido largo de satén color vino que se ajustaba a su cuello con finas tiras, con un escote caído que permitía ver la curvatura de sus senos y de espalda extremadamente baja.

—¡Qué vestido más hermoso!

A través del espejo, pudo ver una mujer rubia envuelta en un elegante vestido marfil que tenía clavada en ella su mirada gris, penetrante, aguda, envidiosa. La reconoció como una de las mujeres de los anfitriones. Aimada Muts, si no se equivocaba.