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Los técnicos le informan que el chico que está al otro lado del cristal no ha dicho ni una sola palabra desde que llegó. Al principio no les sorprende, tomando en cuenta los horrores por los que ha pasado pero al contemplarlo desplomado sobre una silla de metal, con la barbilla apoyada en una mano vendada, mientras que con la otra traza símbolos sin sentido en la superficie de acero inoxidable de la mesa, Tiene los ojos en tornados y, debajo de ellos, unas sombras negras magullan su piel; su cabello negro, que lleva desordenado, con mechones cubriendo sus ojos, se ve sucio y sin vida. Es evidente que esta exhausto.

Pero no diría que esta traumatizado.

Mientras le da un trago a su café, la agente especial del FBI Lalisa Manobal observa al chico y espera a que lleguen los demás miembros de su equipo. O al menos su compañero. El tercer miembro fundamental de su equipo está en el hospital con los otros chicos, intentando conseguir información sobre su estado y, si es posible, sus nombres y sus huellas digitales. Otros agentes y técnicos están en la propiedad, y lo poco que ha sabido de ellos despertó en su interior el deseo de llamar a sus propios hijos para asegurarse de que estan bien. Pero Lisa sabe como tratar a las personas, especialmente a los niños traumatizados, así que lo mejor es que siga aqui, esperando para entrar y hablar especificamente con esta victima.

Alrededor de la nariz y de la boca del chico nota las marcas rosadas y apenas visibles de la máscara de oxígeno, y también puede ver las manchas de mugre y hollín en su cara así como la ropa que le han prestado. Tiene las manos y el brazo derecho envueltos en vendas; la agente puede seguir la línea abultada que dibujan las que están debajo de la delgada camiseta que alguien del hospital le dio. El chico vestido con los pantalones de cirugía verdes tiembla y mantiene los pies encogido para no tocar el suelo frio, pero no se queja.

Lisa ni siquiera sabe su nombre.

No conoce los nombres de la mayoría de los jóvenes a los que rescataron, ni de aquellos que no alcanzaron a salvar. Este chico sólo ha hablado con los demás, e incluso en esa platica no se mencionaron nombres ni ninguna otra informacion. Sólo...., bueno, algo que no puedo definir como consuelo. <O te vas a morir o no, así que relajate para que los doctores puedan trabajar> no eran exactamente palabras de aliento, pero así fue como parecieron tomarlo los otros chicos.

El se reacomodo en la silla y atiende los brazos sobre su cabeza con lentitud hasta que su espalda se curva como la cuerda de un arco. Loa micrófonos captan el doloroso crujido de una vértebra.. Negando con la cebeza, se deja caer sobre la mesa, apoyando la mejilla contra el metal y coloca las palmas contra la superficie. Está de espaldas al espejo, de espaldas a él y a los demás que sabe que deben estar ahi, pero el ángulo ofrece otro detalle de interés, las líneas.

Los empleado del hospital le dieron una foto a la agente, solo son visibles los bordes de colores brillantes que se asoman por la parte de atrás de sus hombros. Es difícil ver el resto del diseño, pero la camiseta no es lo suficientemente gruesa como para ocultarlo por completo. Saca la fotografía de su bolsillo y la sostiene contra el cristal; pasa la mirada sobre el papel brillante y alcanza a ver del diseño en la espalda del joven. No sería relevante si no fuera por que solo una de los chicos no lo tiene. Diferentes colores, diferentes diseños, pero todos eran básicamente iguales.

-¿Cree que se los ha hecho él, señor? -pregunta uno de los técnicos

mientras observa al chico en el monitor. Esa cámara está posicionada al otro

lado de la sala de entrevistas y ofrece una vista ampliada de su cara, sus ojos cerrados y su respiración lenta y profunda.

-Ya lo descubriremos.

No le gusta hacer suposiciones, especialmente cuando saben tan poco.

Esta es una de las pocas veces en su carrera en las que lo que encontraron fuemucho más terrible de lo que imaginaban.

Está acostumbrada a pensar lo peor. Cuando un niño se pierde, trabaja como loca, pero no espera encontrarlo con vida. Quizá lo desea, pero no lo espera. Ha visto cadáveres tan pequeños que es increíble que haya féretros de su tamaño; ha visto niños que fueron violados antes de que conocieran el significado de la palabra, pero de algún modo este caso es tan inesperado que no sabe qué pensar.

Ni siquiera sabe cuántos años tiene el chico. Los doctores suponen que está entre los dieciséis y los veintidós, pero eso no lo ayuda mucho. Si tiene dieciséis, probablemente debería estar ahí un representante de protección al menor, pero ya se arremolinaron en el hospital como un enjambre y sólo complicaron las cosas. Ofrecen servicios valiosos y necesarios, pero eso no hace que estorben menos. Lisa intenta pensar en sus hijos, en qué harían si estuvieran encerradas en un cuarto como éste chico, pero ninguno de ellos tiene tanto autocontrol. ¿Eso significa que es mayor? ¿O sólo demostró tener más práctica en verse impasible?

-¿Sabemos algo más de Nayeon o Namjoon? -le pregunta a los técnicos sin dejar de observar al chico.

-Nayeon viene en camino; Namjoon sigue en el hospital con los padres del más pequeño -reporta una de las mujeres. Hyuna no mira al chico que está en la habitación, ni siquiera a través de los monitores. Tiene una bebé en casa. Lisa se pregunta si debería sacarla del caso, pues apenas es su primer día de regreso al trabajo, pero decide que ella misma dirá algo si no puede soportarlo.

-¿Ese fue el que desencadenó la búsqueda?

-Sólo estuvo perdido un par de días. Desapareció del centro comercial mientras estaba en el cine con sus amigos. Según ellos, salió de la sala para ir al baño y nunca volvió.

Una persona menos a la cual buscar.

En el hospital, tomaron fotos de todas los chicos, incluso de los que murieron en el camino o al llegar, y estaban buscándolos en la base de datos de personas desaparecidas. Sin embargo, los resultados tardarían en estar disponibles. Cuando los agentes o los doctores les preguntaban su nombre a los que estaban en mejores condiciones, ellos volteaban a ver a este chico, que sin duda es su líder, y la mayoría no dijo nada. Unos cuantos parecieron pensarlo antes de estallar en sollozos, lo que hizo que las enfermeras llegarán a toda prisa.

Pero con el chico que estaba en la sala de interrogatorio no fue así.

Cuando lo cuestionaron, el simplemente miró hacia otro lado. Por lo que han podido ver, parece que es alguien que no tiene ningún interés en que lo encuentren. Esto hace que entre ellos haya quien se pregunte si es realmente una víctima.

&quot;El jardín de las mariposas&quot; (taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora