Dame amor [Martin Garrix]#Wattys2016

13. ❝Estoy para apoyarte❞

Zoe:

La mañana es fresca, como todas la mañanas de invierno aquí en París, pero lo raro de aquí es que esta demasiado silencioso, cuando cada mañana hay ruido por donde sea, mis hermanos gritando y mi tío callándolos.

Saco ambos pies de mi cama para inclinarme y salir de ella, tomo un pequeño suéter guinda y me lo coloco para así no sentir frió, tomo la perilla de la puerta de mi habitación y jalo de ella para que esta se abra y me permita salir. Camino por el pasillo de las habitaciones de mi casa, y me doy cuenta que nadie ha despertado, o eso supongo yo.

Voces se escuchan en el Living, camino hasta allá y veo que están todos ahí, todos posaron su mirada en mi.

—Buenos días—Digo con la finalidad de que se acabara el silencio que había hace un momento.

—Buenos días, Zoe—Dijo mi tío.

Mis hermanos permanecieron callados, pero a un con su vista en mi, en excepción de Charlie, el bajo su mirada al suelo.

—¿Qué pasa?—Pregunte, nadie hablo— ¡Dios mío, ya hablen!

Mi paciencia había terminado.

—Zoe, hoy hace unos minutos,—Mi tío callo por un momento, miro a mis hermanos y luego me miro a mi—,nos enteramos de que... Martín tu amigo que conociste...

Esta vez el callo definitivamente.

—¡¿Que?!—Grite

Charlie se puso de pie y camino hasta donde me encontraba de pie.

—Yo te lo diré, pero prométeme que no te alteraras.

—Ya dímelo Charlie—Le suplique.

—Martín, sufrió un accidente en una carrera... y hasta ahora no saben de su estado.

—No, el no—Lo mire negando con mi cabeza, mis lagrimas no tardaron en salir, mis otros hermanos y mi tío no sabian el hecho de porque lloraba así, pero Charlie si, porque el mismo sabe que lo amo.

—¡No Charlie!

Mi hermano me abrazo fuertemente, quedando yo es su pecho, sollozaba en el.

—El estará bien—Acariciaba mi cabello.

Julián:

Toda la madrugada, y dos horas de la mañana estamos aquí, esperando noticias de Martín, pero nadie ha salido y nos ha dicho nada, mis nervios se consumen.

El reloj marca un minuto mas, dios ya no aguanto con esta desesperación profunda que me hacen pasar los malditos doctores de este hospital, que les cuesta venir e informamos que pasa con Martín.