Monkey D. Luffy es hijo de una familia adinerada, quien busca desesperadamente evitar un matrimonio arreglado y encontrar el amor en sus propios términos. El día de su boda, escapa y se inscribe a la misma universidad en la que sus padres estudiaron...
Luffy no creyó que hubiera tanta amabilidad en su corazón.
Tenía demasiada pereza, como para ponerle atención.
— Te pagaré para traer bebidas a toda la clase, una botella grande para todos con un flete de 10 berries por cada una, ¿Qué te parece?
¿10 berries por cada bebida? ¡Había un total de 45 estudiantes en la clase! ¡Eso significaba que ganaría cuatrocientos cincuenta berries por este viaje!
¿Cuarenta y cinco botellas grandes? ¿Cuántas veces tendría que ir y regresar antes de traerlas todas?
Este mocoso definitivamente quería hacerlo sufrir.
Él continuó ignorándolo.
Pero Usopp contestó de inmediato.
— No hay problema, joven maestro Roronoa. Aceptamos el trato.
Luffy le clavó la mirada. ¿Quiere más a el dinero que a su propia vida?
Usopp caminó hacia él y le susurró al oído.
— ¿Eres estúpido? Siendo un pedido tan grande, el vendedor de la escuela podría hacer un envío.
Después de oír esto, Luffy se sintió muy divertido. ¿Zoro quería meterse con él? ¡Je, ya verá!
Luffy y Usopp llegaron al salón junto al repartidor de la escuela.
Zoro vio estupefacto la escena por un momento, antes de recostarse en el escritorio con frustración y volverse a dormir.
Él solo creía que era un niñito ingenioso con el que era muy difícil lidiar.
Toda la clase estaba tomando las bebidas que Zoro les había invitado, y Luffy no fue la excepción. Abrió la botella, la cuál expulsó un aire frío, y él felizmente le dio un sorbo.
Un compañero de clase comentó.
— Miren, esa es la novia número ciento cincuenta y ocho del joven maestro Zoro.
Luffy no pudo retener el impulso de escupir el líquido en su boca.
— ¿Cuántas?
Law volteó y dijo.
— Hey, no malentendiste, ella es la número ciento cincuenta y ocho.
Joder, ¿De verdad eran ciento cincuenta y ocho?
Zoro es sorprendente. ¿Qué tan infiel debía ser para tener tantas novias?
Se mostró una hermosa y delicada señorita caminando en su dirección con lágrimas fluyendo en el rostro.
— Hazte a un lado, tengo algo que decirle a Zoro.
El tono de la chica no era bueno.
Luffy se molestó y dijo:
— No
La chica lo miró con enojo, pero después le mostró una pequeña sonrisa.
— Escuché que estás haciendo negocios en la escuela. Puedes venderme este lugar durante el periodo de una clase, y te daré quinientos berries. ¿Qué te parece?
Luffy sonrió radiantemente.
— ¡Trato hecho!
La chica lo miró con satisfacción.
Al escuchar su respuesta, Zoro no evitó levantar la mirada hacia él y decirle:
— Recuerda darme la mitad
¡Sueña con eso!
Luffy tenía pereza de responderle. ¿Era tan difícil conseguir dinero?
— Zoro, te lo ruego, por favor no termines conmigo, ¿Sí?, si lo piensas, no he hecho nada malo, ¡Cambiaré!
Los ojos de la muchacha rebosaban de lágrimas mientras suplicaba amargamente. Los demás estudiantes pretendían que ellos no existían y se mantenían en silencio.
— ¡Lárgate!
Zoro la miró con fastidio.
— ¡Zoro, no puedes hacerme esto!
La chica lo miró desesperada.
— ¿Entonces que debo hacerte?
La muchacha suspiró.
— Debes ser agradable conmigo, soy tu novia.
— Pero ya no lo eres. ¡Si continúas diciendo disparates, debes soportar las consecuencias!
La impaciencia en la mirada del joven apuñaló profundamente a la chica. Viendo que no había nada que pudiera hacer, tomó la bebida de Luffy a medio terminar encima de su escritorio y empapó a Zoro de pies a cabeza.
— ¡Zoro, eres una escoria!
Chilló. Después salió del salón sin mirar atrás.
En un solo instante, el salón completo se quedó pavorosamente silencioso, tanto que podías escuchar una aguja caer y golpear el suelo.
Nadie se atrevía a respirar.
Un minuto después.
— ¡Joder! ¿Quién puso esta bebida aquí? ¡Da la cara!
Luffy no había hecho nada, pero lo habían culpado nuevamente. Se levantó de mala gana y con calma dijo:
— Si te atreves a golpearme, iré a quejarme con la maestra responsable de la clase.
Zoro lo miró con frialdad por un largo tiempo antes de decirle.
— Pequeño mocoso, eres siempre mi perdición. ¡Tengo mala suerte siempre que te involucras!
Luffy giró los ojos y contestó.
— Creo lo mismo respecto a ti.
La clase entera se quedó en completa confusión debido al intercambio de palabras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Entonces, vine rápidamente a completar el capítulo para poder actualizar, lo prometí, así que aquí tienen.
