A escondidas

capitulo 2

[sábado..]

Su bikini negro resaltaba sus curvas que no eran tan pronunciadas pero de igual forma mis ojos no paraba de verla, mis mejillas se calentaron al ver que ella se percató de mis miradas, su cuerpo se acomodo a mi lado no tan Serca porque sabe que cuando hay mucha calor no me gusta estar tan apegado a ella, no pronunciaba ninguna palabra porque me tenía atónito a la realidad.

- ¿Te gusta lo que vez? - trage en seco, claro que me gustaba lo que veía pero no me atrevia a decir la verdad, solo evite su pregunta.

- ¿Porque cámbiate de bikini? - pregunté aún sabiendo que relativamente necesitaba uno nuevo pero no voy a negar que el anterior era más de mi gusto.

- porque... Simplemente quise cambiarlo - abrazaba sus piernas como si quisiese protegerse y era más que claro que se protegía de mis miradas que no eran nada apropiadas, sobre todos porque es mucho menor que yo, sacudí la cabeza para evitar verla y se que no era la primera vez que la veía en traje de baño - aún no respondes mi pregunta - volví a dirigir mi mirada hacia ella y vuelvo a repetir que era una mirada totalmente inapropiada, la estába desnudando por completo con tan solo posar mis ojos sobre ella.

- me gustaba más tu otro bikini - y se que no se refería a eso, pero vamos que ni siquiera podía consentrame en el paisaje, digamos que prácticamente estamos demasiado lejos de la playa donde se encuentra la mayoría de las personas, Era obvio que no respondería semejante pregunta solo por vergüenza.

Necesitaba agua fría para calmarme porque esto no me estaba asiendo nada bien, no tarde mucho en lanzarme hacia el agua, me aleje un poco de ella solo para mírala desde lejos y siendo sincero mi cuerpo ya está reaccionado, acaso ella ¿buscaba provocarme?, No. Claro que no.

Ella no tardó en tirarse también al agua pero manteniéndose apoyada dónde anteriormente nos encontrábamos sentados, el nadar no se le daba mucho, pues era de esperlo, le gustaba el agua pero al mismo tiempo le temia y bueno era claro si su madre falleció ahogada era evidente que su trauma aún no cesaba.

Me acerque por qué tengo más que claro que no le gusta que este tan lejos solo porque no la protejo lo suficiente si estoy a una larga distancia de ella.

Me apoyo de el suelo del yate y sus manos no tardan en posarse en mi pecho para a sujetarse, su sonrisa es contagiosa y no tardó en sonreír yo también, era claro que no tenía mucho sentido que la mire con otras intenciones pero simplemente no puedo, ya tengo dieciocho años y mis hormonas se siguen alborotando cómo si tuviera dieciséis años, exactamente la edad que tiene ella y por eso mismo no debo de mirarla.

Pero que ironía, era claro que no iba a dejar ir a este pececito tan pequeño, los peces más grandes se aprovechan de los más pequeños porque son débiles y no nadan a su misma velocidad por eso mismo debo ser yo quien la proteja de esos gran peces y sobre todo de los pecadores que solo la devoraran.

Salimos del agua para calmar el frío tremendo que sentía mi cuerpo, aún era temprano para irnos asi que solo me cambié y me recosté en la enorme cama que se encontraba aquí, Emma apareció cubierta con una toalla porque avía olvidado llevar su bolsa al baño, nose como su padre y mis padres pueden confiar en que la cuidare, creo que aún piensan que soy ese niño de ocho años que solia jugar a las escondidas con la niña de enfrente, pero no, ya no era ese niño inocente.

- estoy aburrido - afirme mientras miraba como la pelinegra salía del baño totalmente vestida.

- regresemos entonces - su cuerpo se balanceo sobre la cama quedando sobre mi brazo derecho.

- hagamos otra cosa, haun no quiero irme - sus ojos me dirige una mirada penetrarte que no pude sostener porque haun no me acostumbro del todo a su mirada.