Izuku llevaba feliz una bandeja con su delicioso Katzudon, no entendió porque sus amigos no le habían querido acompañar, pero sinceramente era mejor así, sus amigos solían ser como él.
Entrometidos y no querían que descubrieran su mayor secreto que sería revelado justo en el catorce de febrero.
Dejo la bandeja sobre una mesa solitaria, saco una libreta pequeña de su bolsillo y comenzó a ver las distintas frases escritas ahí, la mayoría le había convencido pero había unas que aún estaban en "etapa de prueba" así que comenzó a escribir desde el corazón el contenido de su siguiente carta, o fue así hasta que sintió una presencia junto a él, algo asustado cerró la libreta y volteo al chico alto, de espalda ancha y bien formados músculos que le veía con su típica sonrisa alegre.
— Togata-Sempai — hablo Izuku algo sorprendido y asustado.
— ¡Hola Midoriya-Kun! Vaya que curioso es verte en este lugar.
— E-es la cafetería Togata-Sempai, era... Algo obvio que nos pudiéramos ver aquí.
— ¡Tienes razón, pero que idiota soy! Por cierto ¿Qué hacías antes que viniera? — eran claras las intenciones de Mirio, pero claro estaba que Izuku no se daba cuenta y no parecía hacerlo pronto.
— Na-nada... Solo estaba... Escribiendo unas cosas — afirmó el pecoso.
— Ya veoooo, en ese caso ¿Porque no vamos a otro lado? Aquí todos nos ven si te das cuenta — el pecoso le miro, luego analizo su ambiente y en su efecto, todos los observaban.
Algo sonrojado y tímido miro al rubio, este tomo su mano y lo saco de ahí, todos miraban de forma retadora al mayor, mientras que él se iba de manera triunfante del lugar con Izuku de la mano.
Ambos fueron detrás de la escuela donde había un hermoso árbol de sakuras, ambos se sentaron en el "solitario" lugar, ya que era más que obvio que varios ojos los vigilaban.
— Ahora dime Midoriya ¿Qué escribías? — Izuku se puso nervioso de nuevo, dejando ver un adorable sonrojo.
— Yo... Bueno veras, es... Vergonzoso y además es una sorpresa así que, n-no puedo decirlo — Izuku se veía tan lindo nervioso, pero no era la respuesta que quería.
— Vamos Midoriya, solo quiero saber — Izuku suspiro, pero negó, no diría su sorpresa para el día tan especial.
— ¡No! Es una sorpresa Togata-Sempai — en ese momento sonó el timbre, Izuku le levantó, se despidió del rubio y se fue del lugar.
Togata bufo, de nuevo no había conseguido nada, saco una libretita y marco otro intento en dos semanas.
Izuku corría por los pasillos, por estar con Togata está por llegar tarde, o eso creyó hasta que alguien lo interceptó frente suyo, sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir una mano sobre su boca, acorralado en una pared enfoco a la persona frente suyo.
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La carta de Midoriya, ¿para quien será?-ᵈᵉᵏᵘᵇᵒʷˡ
Fanfiction¿De qué sirve tener todas las cartas del mundo si ninguna era de él?