Capitulo II

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Pase dos horas bloqueada, hasta que sonó el timbre, me caí del asiento y por suerte alguna no había nadie en el salón... Bien, luego fui al baño para lavarme la cara, cuando vi habían escrito en mi camisa que iba a morir sola, yo solo me la arranque. No me enoje porque no me importo, salí del baño en sostén casi como toda una zorra tóxica, me dirigí al lugar de descanso a esperar que pasaran las horas de clase, yo estaba a punto de dormirme en ese momento entro al salón un extraño con una máscara de conejo.


 El extraño tenía una voz burlona se dirigió a mí diciendo:


- Hola pequeña, ¿Por qué estás tan sola?


Lo mire fijamente (pero mi mirada estaba vacía) respondiéndole:


No estoy sola...


- Yo puedo ver que si... y tampoco traes una camisa ( se reía de manera burlona)


 Amm no, no la tengo... que observador eres, gracias por el dato *Le saque el dedo del medio y salí del salón *


Fui a la parada del bus, a esperar que alguien me quisiera subir en él, con el estado de vagabunda que traía lo pensé mejor y me retire del lugar.

  

Camine y Camine... Hasta llegar a una calle ciega, al final de ella estaba el extraño con la máscara de conejo, yo no tenía miedo porque mis amigos estaban allí, el extraño se acercó y me sujeto muy fuerte, yo no luche ni siquiera respire.


- ¿Qué pasa pequeña... ¿Tienes miedo? ... (Mientras se reía)


No, no tengo ningún puto miedo *le pateo duro en su parte intima*


- Huyy... No debiste hacer eso... yo venía... a ofrecerte una cosa que tal vez te pudiera interesar...


¿Eso no te dolió?... ¿Pero quién eres tú? O más bien ¿Qué eres?


- Si tal vez me hubiese dolido, pero si estuviera vivo... Y aun no puedo decirte que soy (dijo poniéndole una chaqueta)


 ¿A qué has venido?... Gracias...


- De nada, es lo menos que puedo hacer por alguien que me va a ofrecer su corazón


¿Corazón?... *Mire al extraño, pero había desaparecido del lugar*



Corrí muy rápido y volteaba cada 5 segundos a ver si el aparecía, no manifesté ningún miedo porque yo sé que si voy a morir debo esperar la hora... Mis amigos aparecieron y dijeron: "No debes tener miedo,él va a cambiar tu vida", no sabía a qué se referían con eso de "él va a cambiar tu vida".


Cuando me di cuenta ya había llegado a mi casa, bueno... el pedazo de cemento mal hecho que llamo hogar. Abrí la puerta y vi a mis padres recoger sus cosas, porque se iban de viaje, en ese momento supe que estaría sola... Pues no era nada de lo que debiera preocuparme.


Subí a mi cuarto y me encerré comencé a mirar por la ventana. En ese momento aparecieron mis amigos diciéndome: "Todo va a mejorar", intente hacerles unas preguntas pero... ellos se desvanecieron, fui a darme un baño porque estaba sucia y algo confundida. Al salir del baño, baje por las escaleras me fije que ya no estaban mis padres, lo típico que haría una adolescente común y corriente, seria invitar gente y hacer una fiesta... Pero... No, No yo.

  


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