𝒞𝒶𝓅.𝟷

19 3 0
                                    

04/07/1914

El sentido de vivir es ambiguo, el viajar entre oleadas de emociones aveces es complicado. La monotonía es algo en lo que una persona cae fácilmente, y a pesar de que no es del todo bueno; sin querer, no nos damos cuenta de la felicidad que nos rodea incluso de la manera simple y actos más recurrentes.

Tal vez en tomar un vaso de leche caliente, caminar hacia el trabajo... la risa de un niño. Soy un adulto promedio, me dedico a la enseñanza y a ser padre de casi tiempo completo, las canciones infantiles y las risas son como la brisa fresca de cada mañana, no me fastidia, no me cansa... singularmente, me parece algo que me hace feliz, es algo que nunca me imagine que disfrutaría tanto, los pequeños me transmiten mucha felicidad, al igual que mi propio hijo. Es un poco singular él como nunca logre entender por qué surge tanto amor desde una madre a su hijo, cuando era más joven yo creía que aquello era algo estúpido, un hijo normalmente hacia que la madre perdiera su vitalidad, su figura corporal y cambiaba drásticamente tanto física como mentalmente. Eso era extraño para mí. Al menos hasta que la conocí, recuerdo como se le iluminaban los ojos cada que me hablaba de cargar a su futuro bebe en brazos, nunca logre entenderla en ese aspecto, era un gran amiga, ella era tan dulce y amable que incluso con el dolor y el peso seguía sonriendo y yendo a visitarme cada que podía.

El cuestionármelo hizo que nunca tuviera una respuesta lógica, yo nunca tuve una madre, así que nunca pude entenderlo con claridad.

Y creo que nunca lo entenderé.

Mi hijo llego a mi vida cuando yo tenía 24, cuando lo vi por primera vez pensé que era un poco feo, estaba arrugado y rojo como las amapolas en primavera, lloraba y soltaba grandes gritos después de que le hicieran respirar a la fuerza, personalmente me sorprendió el escucharle gritar y lloriquear tan fuerte, eran llantos fuertes a comparación de su pequeño cuerpecito.

Pero cuando vi sus ojos... eran tan negros como los míos, recuerdo él como mi corazón se acelero y me dieron ganas infinitas de protegerle de todo. Por algunos momentos pensé que lo rompería con tan solo tocarlo, se veía tan indefenso que temía mucho que por alguna estupidez lo lastimara. El pequeño no tiene madre, ni una tía o una abuela, solo estoy yo. El tener que vivir con aquella responsabilidad solo fue algo complicado, el niño es muy curioso y yo era un joven adulto con pensamientos de adolecente, no tenía idea de cómo educarlo.

Apenas tiene 7 años, Los primeros años tuve limitaciones al tratarlo con cariño a comparación de otros recién nacidos, no sabía si necesitaba comida o un cambio de ropa. Me las arreglaba con ayuda de muchas mujeres conocidas que sabían de mi situación. Me esforcé mucho en el aspecto de ser suficiente para él, se que se siente el no tener amor fraternal y quiero que sea feliz, disfruto mucho recolectar flores con él, enseñarle cada que me pregunta algo, tiene una manera única de ver el mundo... Mi hijo no es un niño extravagante, adora jugar y correr, cantar canciones que escucha y hacer lo mismo que yo hago cual patito que copia a su madre, hablo alemán y francés de manera fluida, pero el aun no lo ha aprendido del todo. Siempre que escribo o leo el intenta seguirme el juego con un acento infantil al comunicarse, aveces intenta hablarme independiente de cualquier cosa en esos idiomas, aunque no es perfecto, es divertido seguirle el juego y perdernos horas hablando de por qué los petirrojos son los mejores pájaros que existen... Por las mañanas me toca llevarlo a trabajar conmigo, soy maestro de muchachos o niños de manera privada o en la propia escuela del pueblo, tiene cierta fascinación por corregir su ortografía de vez en cuando, realmente valoro el hecho de que aprenda tanto de solo leer algunos libros y de lo poco que le enseño. Es una rutina que, a mi parecer, es algo enternecedora.

La monotonía aveces se rompe. Es un ciclo inconcluso que se re-abre con las cosas mas mínimas para después seguir con su curso.

Las rutinas aveces se rompen pero regresan, es algo a lo que llamamos como cotidianidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Des SouvenirsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora