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Eran las 10:40 pm, Otamendi y De Paul estaban terminando de hacer el asado mientras los demás bailábamos en el jardín.

Yo estaba bailando con Emi y Lean, Julián nos había dejado para arreglar unas cosas en el comedor.

Me estaba divirtiendo un montón hasta que, en un momento, la música se corta.

-Bueno buenoooo, ¿Cómo la están pasando?- nos pregunta Julián.

-¡Bieeeeeen!- le respondemos con un tono de voz medio bajo.

-Paren, creo que tengo algo en oído porque no los escucho bien...¿Cómo la están pasando- vuelve a preguntar.

-¡BIEEEEEEEEN!- gritamos todos.

-Ahora siiiii- dice Juli -Bueno, vayan acercándose a el comedor que ya está casi listo el asado!-

Todas los chicos entraron a su casa, dirigiéndose al comedor.
Obviamente con Emi y Lean no nos quedamos atrás.

Entramos y llegamos al comedor, nos sentamos todos en fila; primero Lean, después Julián, después Emi y por último yo.
Ni siquiera habíamos arreglado sentarnos así, simplemente paso.

Estuve un rato mirando el celular mientras esperábamos que el asado esté listo.

En un momento note una presencia atrás mío pero, por alguna razón, mi conciencia me decía que no me volteara a ver.

Claramente no le hice caso.

Volteé a ver y me encontré con la persona que menos quería ver, Enzo.

-Hola de nuevo, morocha- habló con una sonrisa egocéntrica.

-Hola, gallina- le devolví la sonrisa, pero la mía era una sonrisa un poco sarcástica.

-¿Está ocupado ahí?- me preguntó, señalando a el asiento que estaba al lado mío, su otra mano estaba apoyada en el respaldo de mi silla.

La puta madre.

rodee mis ojos -No- respondí en voz baja.

A penas termine mi respuesta vi como Enzo trato de ocultar una sonrisa y se sentó a mi lado.

Al sentarse al lado mío pude sentir su perfume más detallamente, era riquísimo, su olor me mataba.

Noto como Emi, que estaba hablando con Julián, se da vuelta y abre los ojos al ver a Enzo al lado mío, yo le hice una seña de que siga hablando con Julián para que Enzo no se diera cuenta de su reacción.

-Estás cambiada desde la última vez que nos vimos- escuche como empezó a hablarme y, por alguna razón, sabía que estaba con esa sonrisa egocéntrica, típica de Enzo.

-A ver, ¿En que cambie, Enzo?- le pregunto, mi forma de hablarle era muy seca, no quería dirigirle la palabra.

-Estas un poco mas linda que antes- me confesó, mirando de arriba a abajo.

Él también estaba mucho más lindo, para ser sincera, estaba re bueno, pero no quería dejar mi orgullo de lado.

-No puedo decir lo mismo de vos, gallina- le digo, mirando para otro lado al terminar mi frase.

Escucho como se ríe.

-¿De que te reís?- le pregunto confundida.

-De lo mentirosa que sos.- me responde.

-¿Yo? ¿Mentirosa? Jamás.- intento mostrarme segura de lo que decía, pero la realidad es que si, estaba mucho más lindo que hace unos años atrás, siempre fue lindo.

-Dale morocha, hagamos como que te creo y que no sé que te moris de ganas de decirme que estoy re bueno.-

-Deja de joder, Enzo.- le digo seria.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2023 ⏰

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