Tres

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Desgraciado! -Maullo al verlo.

Yoongi al escuchar los tan conocidos maullidos levantó su vista encontrándose con el gatito de sus ojos, casi sin poder creerlo correspondió sus maullidos con entusiasmo y emocionado trato de subir a donde su amado se encontraba, mientras los humanos no le prestaban atención, escalo por las sillas llegando finalmente al lugar donde Jin estaba recostado.

-¡Seokjin! -Exclamo con emoción al estar a su lado, más Seokjin hizo como si no lo hubiera escuchado. -Estaba loco por verte, te extraño mucho, muchísimo.

-Ja, si claro. -Dijo este mirando hacia sus garritas, gato cínico, ¿pensaba que le creería así sin más? Ya lo había decepcionado una vez.

Yoongi observó su actitud, sabía que no estaba creyendole, y tenía sus razones.

-¡Es verdad! Solo que papá Tae no me dejaba salir de casa, y Nam estaba sobre mi todos los días vigilando que no me fuera. -Intento explicarse el gato. -Pero no creas que papá Tae es cruel, todo es por mi patita, por eso no podía ir a verte.

Hizo referencia a su patita vendada, que Seokjin miro, sintiéndose un poco culpable por sus pensamientos anteriores, ¿algo grave había pasado con Yoongi? Y el deseando tantas veces que comiera una rata intoxicada.

-¿Qué te ocurrió? -Pregunto con algo de preocupación, pero intentando no demostrarlo demasiado, poco a poco, no podía ser tan evidente.

-Un humano en bicicleta me pisó mi esponjosa patita. -Cerró sus ojitos gatunos al recordar aquél dolor, no se lo deseaba a nadie.

Seokjin pudo imaginarse el dolor, una vez Jungkook lo había pisado sin querer y había dolido mucho, seguramente una bicicleta era peor de todas las maneras posibles.

-Ouch, hay tantos humanos insensibles. -Expresó Seokjin con pesar colocando su patita sobre la de Yoongi, comprendiendo al otro gatito. - pensé que sólo había sido un gato de una noche para ti.

-¡Por supuesto que no Jin! -Exclamó bastante seguro -me gustas de verdad.

-¿de verdad? -Preguntó con algo de desconfianza.

El amor en el reino animal era mucho más simple que en el de los humanos, había química y era todo lo que se necesitaba, la atracción era innegable y el deseo de estar juntos importaba mucho más, esperar para formar una relación no era del todo una opción.

-¡Si! -Respondió con emoción.

Quiso sonreír por la emoción del otro, le pareció adorable, pero lo era aún más por el hecho de que la causa de esta era nada más ni nada menos que él.

-C-creo que a mi también, Yoon-Confesó el gato, con un poco de vergüenza.

Taehyung volvió su atención hacía la camilla, encontrándose con la adorable escena de estos dos, levantó su ceja expectante, para que Yoongi tuviera es afinidad con otro gato podía implicar otra cosa...

-Hey, parece que Yoongi y Jin se hicieron amiguitos. - dijo Taehyung con una sonrisa tomando a su gatito apartándolo del paciente para proseguir con su trabajo.

-Si, amiguitos, muy amiguitos. - pensó Seokjin.

Sobre todo aquella noche hace semanas, hum, no se trataba de algo muy amistoso que digamos.

Tomó los aparatos listos y procedió a por fin revisar a Seokjin con el aparato, bajo la mirada extrañada de Hoseok, pasaba el transductor sobre el vientre del gato, que se encontraba mucho más dócil luego de la conversación con el otro.

Taehyung asintió al encontrar lo que estaba buscando, comprobando su hipótesis, entonces se aseguró de que la puerta esta vez estuviera bien cerrada, pues la información que estaba a punto de revelar era muy confidencial.

Mininos ➸SujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora