Posicionado en su puesto, Pablo escuchaba a su profesor jefe hablando sobre los promedios de este año, despertando el interés inmediato del pelinegro. —Bueno, clase como sabrán este año los mismos de siempre compiten por los mejores y peores promedios, Pablo y Marco los felicito sacaron un promedio excelente 9,9 de 10.— Esto hizo enfurecer al pelinegro ¿No sé supone que debería estar feliz? Después de todo saco el mejor promedio, pero no, no estaba para nada feliz, de nuevo Marco lo había alcanzado, cada vez era igual… O bueno, al menos hace un par de años que es así.

(Años atrás)

ADIÓS MAMÁ— Baje a toda velocidad del auto para llegar antes de que sonara la campana, lo logré y ahí me encontraba parado frente la puerta, a punto de entrar, pero una voz me detuvo.

—¿Disculpa?

—Me giré en mi eje para ver quién me hablaba.

—¿Esta es la sala del 5°A?

— Lo miré detenidamente, era un chico de mi misma edad, aunque bastante más alto que yo, la luz de la mañana hizo resaltar su piel morena y sus ojos grandes color miel. Luego procese la pregunta que me había hecho y le respondí.—He si, no te había visto nunca.—en ese momento trate de recordar si alguna vez había visto su rostro, pero no me venía nada a la mente.

—Mi nombre es Marco y soy nuevo.—

Esa mañana me levanté algo nervioso, después de todo me había transferido a una nueva escuela y ahora estaba llegando tarde, busque por todos lados donde se encontraban los 5°, incluso le pregunté a una inspectora donde era el 5°A, pero esta escuela era bastante más grande que la anterior. A lo lejos vi un chico que parecía ser de mi misma edad aunque era algo bajo, me acerque a él con la esperanza de que la puerta que estaba a punto de pasar fuera la misma que estuve buscando toda la mañana. —Disculpa? ¿Esta es la sala del 5°A?— Se había volteado y tenía unos lindos ojos que combinaban a la perfección con su cabello negro, si tenía una hermana definitivamente la quería conocer— Al parecer si era la sala, estaba por preguntarle su nombre. — Oye cuál es tu nomb…

El timbre sonó— Pablo de inmediato escucho el timbre, entro a la sala tan rápido como pudo, olvidando por completo a Marco, quién acababa de conocer. Primer día de clases y ya llegaba tarde, eso dejaría una mala impresión frente sus profesores, si había algo que le importara más a Pablo que su misma vida era ser el mejor de la clase. No era ambicioso como para pedir ser el mejor del país o de la escuela, simplemente tenía que ser el mejor de la clase, y siempre lo fue desde que tenía memoria, eso era algo, por lo cual él se esforzó mucho y tenía planeado seguir siendo el mejor. Por su parte, Pablo también prefería sentarse en la tercera fila, ni tan cerca ni tan lejos, creía firmemente que tenía que haber un balance en todo, y así fue.

—Chicos, atención les tengo una noticia, tienen un nuevo compañero. Pasa y preséntate.— En eso entro el chico que conocí afuera.—Marco te sentaras al lado de Pablo, Pablo podrías levantar la mano por favor—

Pablo levantó su mano, Marco se acercó a él y se sentó a su lado con una sonrisa en la cara. En ese momento Pablo no pudo ni haber imaginado que sería ese chico quien le arrebataría todo, por lo cual sabía esforzado tanto para conseguir.

(De vuela al presente)

Con el ceño fruncido, Pablo se preguntaba cómo había hecho Marco para ser bueno en todo, no solo en las materias, sino también en los deportes, Marco era el mejor futbolista de toda la generación, lo invitaban a todos los partidos, hasta nacionales y por supuesto tenía un montón de admiradoras… Cosa que hacía bastante feliz al jugador, Ash hombres.

—Que molesto.— Pablo soltó en un suspiro, espera ¿Qué? ¿Por qué estaría molesto porque Marco tuviera admiradoras? No, no era eso, simplemente estaba molesto porque de nuevo lo alcanzó. —Mejor saldré al patio—
Se levantó de su puesto y camino hacia el patio, al salir los rayos del sol chocaron de impacto con sus ojos negros, dejándolo cegado un momento, lo que bastaría para no poder esquivar una pelota que viajaba a toda velocidad hacia su rostro. —MIERDA—

—¿Estás bien?—abrió los ojos luego de haberlos cerrado para recibir el impacto para luego ver una figura alta, morena, que había recibido el golpe en su lugar, era Marco, con el cuerpo sudado, haciendo que la ropa se le pegará a la piel, trasluciendo a la perfección su cuerpo ligeramente marcado. —Qué sexy…— Se le escapó de la boca al pelinegro haciendo que de manera instantánea se cubriera con las manos está.—

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Bueno, suelo imaginar historias en mi cabeza aunque rara vez las escribo y esta es la primera vez que la subo pero aquí estoy 🕴️.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2023 ⏰

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