Ámame en silencio [KakuIza]

¿?

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Los copos de la fría nieve, caían como petalos florecientes de una bella flor de vivos colores, siendo iluminada por la luz del sol y perfumada con el cálido ambiente de la primavera.

Pero está no era primavera, esto era invierno

Un pequeño niño de cabellos blancos como la nieve y ojos violetas como diamantes que brillan bajo la luz de la luna, jugaba felizmente con la fría nieve, terminaba recién después de varías horas de poner los ultimos detalles a su tierno muñeco de nieve, al que le pusó como nombre "Mou"

Secó el "Sudor" que se anidaba en su frente, y admiró con detalle aquel ser helado que con sus propias manos había hecho.

Estaba orgulloso.

— ¡¡A UN LADO PORFAVOR!! —

Se escuchó un fuerte grito desde lejos, bueno, ya más cerca.

Apenás tuvó tiempo de voltear, cuando una fría capa de nieve fue lanzada sobre él, era como estar parado al lado de una carretera donde recién terminaba de llover, y un auto le empapara con agua de lluvia sin haber tenido tiempo de sacar su paraguas.

Sacudió su cuerpo como si de un cachorro se tratase, quitandose toda la nieve de encima.

Pudó observar la parte de abajo de un trineo, y unos cabellos azabaches asomarse entre la nieve.

Más que enojado, tomó aquellos cabellos tirando de ellos con fuerza para después recibir un quejido de dolor y pequeños gritos de un pequeño.

— ¡¡Matasté a mou!! —

— ¿!!Maté a alguien!!? —

— Si, a mou —

Aquél chico de cabellos azabaches se dispusó a sentarse en el piso y mirarlo fijamente, él de cabellos blancos le miró fijamente, hasta que se sobresalto cuando empezó a llorar.

— SOY UN ASESINO —

Su llantó confundió al otro pequeño, hasta que instantes después analizó bien la situación, dandose cuenta de lo que en realidad pasaba.

— H-hey, no matasté a nadie... —

Intentó calmar al otro niño, que parecia no agotarselé el llantó.

— P-pero tú dijiste...- —

— Sé lo que dije, no matasté nadie, solo, solo destruiste el muñeco de nieve que me llevo horas hacer... —

- ... -

— ¿Porqué venías tan rápido en eso? —

Él niño albino señaló el bonito trineo que estaba escondido bajo el manto de la blanca nieve.

— Oh, eso... Jugaba tranquilamente en él, hasta que unos niños llegaron a molestarme y me empujaron muy rápido en él, estaba muy asustado... —

Ahora que lo notaba, aquél azabache traía una marca en su brazo, un agarre muy fuerte, con marcas de uñas en él.

— ¿Porqué? —

Preguntó él curioso moreno al otro pequeño que abrazaba sus piernas y rodillas raspadas mientras mordía su labio en un intento por no llorar.

— No lo sé, solo llegaron de la nada, y fueron muy groseros —

Mencionó con sus ojitos llorosos y sin levantar la mirada

— ¿Y esa cicatriz también te la hicieron ellos? —

Él niño de piel canela señaló la cicatriz que cubría parte del rostro del otro niñito

— Oh... No no... Está ya la tenía —

Sus labios temblaban y sus bonitos ojos amenazaban con dejar salir lágrimas.

— ¿Está fea verdad? ¿No te da mied-... —

— ¡¡ES MUY GENIAL!! —

Él azabache se sobresalto instantaneamente, jamás espero esa respuesta y mucho menos esa reacción

— ¡Podrías ser ultra intimidante y pegarle a los malos! ¡¡COMO UN SUPER HEROE!! —

— ¿No te asusta?... —

— ¿Asustarme? ¿Bromeas? ES SUPER GENIAL —

Él pequeño albino comenzó a simular golpes, golpeaba al aire fingiendo ser alguna clase de super heroe, esto hasta que resbalo en la nieve y cayó.

Pero eso no le importo

Volvió a levantarse y siguió halagando la cicatriz de él pequeño frente a él.

Él pequeño azabache estaba asombrado, jamás le habían dicho esas cosas, normalmente lo trataban como un "Fenómeno" "Rarito" y "Monstruo", era él que más le dolia.

— ¡¡Oye tú!! ¡¡Él de la fea cicatriz!! —

Una voz masculina se escuchó desde la cima de la "Montaña" de nieve por la que había llegado el pequeño.

Aquél chico bajó por la colina, tomando al chico del cabello para después arrojarlo sobre la nieve con rudeza.

— ¡¡Oye!! ¿Porqué haces eso? —

Él azabache sintió miedo, él chico que hace unos momentos le había hecho sentir tan especial, ahora estaba apunto de quiza, recibir la paliza de su vida.

— Tú no te metas si no quieres terminar con la cabeza bajo tierra, enano —

No reacciono, no pensó, una fuerte patada fue impactada en su rostro haciendo que él mayor cayera a la fría nieve, dejando al azabache bastante confundido.

— ¿Cuál es tu nombre? —

— K-kakucho, kakucho hitto... —

Aquél albino le dió una suave sonrisa amable, cargada de alegria y amistad, siendo la sonrisa más sincera que había visto en la poca vida que lleva

— Yo soy izana kurokawa —

Kakucho le miró con asombro, sus ojos brillaron como dos estrellas perdidas en el espacio, recibiendo luz directa del sol

— Y de ahora en adelante, eres mi amigo —
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Aquél chico, cabello blanco, ojos violetas, y lo mejor de todo, esa deslumbrante sonrisa que podría motivar a cualquier persona.

Desde ese día, desde ese día supó que izana kurokawa, era él chico con él que quería pasar el resto de su vida, aquél chico al que le juró ser fiel, al que vió como un heroe, al que fue su primer y mejor amigo, aquel chico al que nombro su rey...

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Hasta el próximo capitulo
Muchas gracias por leer ♡