⌗ 01

2.8K 163 61
                                    

Fue una tarde de invierno cuando sus cambios se cruzaron por primera vez. Quackity, un Omega sociable y divertido se encontraba jugando con la nueve con algunos amigos de la universidad de MCE, y Shadoune, un alfa tímido pero fuerte regresaba de hacer sus compras semanales.

Una bola de nueve tuvo la culpa de todo, cuando cayó en su chaqueta afelpada y algunas de sus bolsas. El pequeño pelinegro se acercó corriendo con la nariz rojiza por el frío y se disculpó formalmente, pero al no escuchar respuesta frotó sus manitas  cubiertas con guantes con algo de temor.

-¿S-señor? Si está molesto yo-

El alfa levanto la mirada del desastre en su ropa y ambos lo sintieron por primera vez... Sus ojos brillantes color miel se fijaron en los plata brillantes de Shadoune y un tinte rojo le pintó las mejillas, sintieron casi sin pensar, dejando de lado el accidente; sintiendo como ahora sus corazones palpitaban en la misma melodía y sus pupilas se dilatan aún más...

 Sus ojos brillantes color miel se fijaron en los plata brillantes de Shadoune y un tinte rojo le pintó las mejillas, sintieron casi sin pensar, dejando de lado el accidente; sintiendo como ahora sus corazones palpitaban en la misma melodía y sus ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y cuatro años después eran los mismo iris color miel quienes lo miraban llorosos desde la cocina.

El olor frutal rodeaba todo el ambiente, manteniéndolo en un constante y sofocante calor. Los jadeos leves del Omega sonrojado le llegaban con fuerza, observando cómo este lo miraba con los ojos perdidos.

-hola, patito. -saludó cómo si nada estuviera pasando y fuera una típica mañana de invierno - veo que cocinaste algo. -mencionó dejando sus zapatos en la entrada y retirándose las capas de ropa, dejando solo su camiseta junto a sus shorts y calcetines. Avanzó con lentitud hacia la cocina, dejando sus compras y analizando la situación.

La mesa en dónde vamos ambos comían estaba arreglada: dos platos, dos vasos, dos servilletas (arrugadas y colocadas desordenadamente) y Quackity, con solo una camiseta negra que cubría hasta los muslos, pero dejaba al descubierto sus clavículas y parte de sus hombros, ubicado en una esquina con dos cucharas en la mano, apretándolas con fuerza y babeando sobre ellas. Su cabello, ahora largo, se balanceaba con su frente, reaccionando a los erráticos movimientos que hacía con sus caderas.

Un pequeño charco pegajoso bajo sus pies en puntitas y sus piernas temblorosas. Por último, su coño aún cubierto con su suave ropa interior negra, siendo molido instantáneamente contra la superficie dura, humedeciendola con su lubricante.

El pequeño jadeo ante la penetrante Mirada que le recorría el cuerpo y lo obligó a hacer contacto visual, rogándole con su mirada que se acercará de una vez.

-S-shad... -logró decir en un suspiro antes de continuar con sus gemidos.

Shadoune realmente debía jugar un juego con él, aunque su lobo arañara por abalanzarse sobre él y darle todo lo que pide, no podía, se lo había prometido y ahora debía cumplirlo, debía provocarlo hasta el límite para que su fertilidad se volviera aún mayor y tenga más probabilidades de concebir. Solo necesita reprimirse un poco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I need you  'shadouckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora