Capitulo único.

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⚠️ Cambio de edades (Jungwon mayor que Sunoo).⚠️

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Eran las 7:50 a.m. ya. Ambos chicos se encontraban en clase de literatura, la profesora escribía inmersa en la pizarra, algo común en la institución, el aula estaba en total silencio, únicamente era interrumpido por leves suspiros y uno que otro murmullo que no duraba más de un minuto.

Todos estaban concentrados tomando apunte de lo que la señorita Park JiHoo anotaba en el pizarron, a excepción de cierto chico que no podía apartar la vista de su compañero de pupitre, Jungwon se sentía caliente, excitado, en su mente rondaba la imágen de su pareja en la mañana, acostado en la cama, con una fina sabana cubriendo su desnudez, sus cabellos desordenados, su boca entre abierta, con la respiración errática; se veía tan jodidamente sensual, la noche anterior le había hecho el amor como muchas otras noches. Ahora estaba duro, en su aula, Dios, solo era una imágen y ya lo tenía caliente.

—¿Joven Yang, está prestando atención? —La chillona y estricta voz de la profesora logró sacarlo de su ensoñación, él, sonrojado asintió, al girar el rostro nuevamente se encontró con los hermosos ojos marrones llenos de confusión de su pareja. Sonrió.

—¿Sucede algo, Jungwonnie? —Cuestiona en un susurro Sunoo, ganando como respuesta una simple negación que sirvió para hacerle volver a prestar atención a la clase; cosa que no logró al sentir la mano de su mayor sobre su muslo izquierdo.

—¿Qué hace...? —Su voz se cortó al sentir aquella mano comenzar a rozar contra su entrepierna, Sunoo que no cabía en su asombro, sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos entrecerrados debido al placer que comenzaba a sentir.

—Sunnie, eres un niño malo. ¿Por qué justo ahora haces que me ponga duro?... Mh~ creo que te mereces un castigo —El tono utilizado por Jungwon sonaba tan sensual, tan malditamente excitante que llegó como una punzada en el miembro del menor, quién soltó al instante un suave jadeo.

Con su mano trató de detener la de su adverso, su pareja había enloquecido en su totalidad—. Jungwonnie... detente, estamos en clase, pueden vernos u oirnos... esperate  —trataba de sonar tranquilo, pero estaba fallando, pues con una erección en sus pantalones y la mano juguetona del chico ajeno contra esta, hasta respirar se le dificultaba.

La mano de Jungwon siendo más grande, era más fuerte que la de Sunoo, lo que impidió que el chico apartara su mano, claro que él terminó apartándola por su propia cuenta—. Shh~ Sunnie ve un poco hacia adelante —ordenó al menor aún susurrando, el chico de forma automática asintió y acató la orden sintiendo la mano del mayor acariciar su espalda causándole un estremecimiento.

—Mhm~... —no, no podía gemir, podía llamar la atención y eso les metería en problemas, para amortiguar cualquier sonido que pudiera escapar de entre sus labios posó sus manos sobre su boca.

Sunoo poseía una hermosa y fina cintura y unas estrechas caderas que Jungwon amaba, por lo que ahora las manos de éste último vagaban por dichos lugares, deleitado por cada curva que Sunoo poseía-. Eres tan hermoso, me encantas-sus finas y delgadas manos bajaron nuevamente hasta el borde del pantalón adverso, por sobre la tela del mismo acarició el redondo y firme trasero de Sunoo, acariciando y pellizcando cada nalga del menor consiguiendo varios suspiros y gemidos ahogados por parte de su pequeño.

Le encantaba, el delicado cuerpo de Sunoo era una total adicción para él, y de nuevo su traviesa mano viajó al interior del pantalón y bóxer adverso, acariciando la suave piel de su pareja llegó hasta la pequeña y arrugada entrada del mismo, ah, era delicioso, si no estuvieran en el salón rodeados de todos sus compañeros seguro ya habría arrinconado a su menor contra el pupitre para lamer aquella zona.

Jungwon comenzó a adentrar lentamente su dedo medio, era asombrosa la estrechez de Sunoo, se le dificultaba mover su dígito y quería sentir más, con cuidado adentró otros dos dedos más, la entrada ajena era dulce, húmeda y caliente. Las embestidas no tardaron en llegar; Sunoo sentía una fantástica sensación, el placer comenzaba a inundarle y ahogar los gemidos era una tarea cada vez más difícil.

Después de varias embestidas más los dedos de Jungwon lograron golpear el punto dulce de Sunoo, que mordió con fuerza su labio inferior, Jungwon lo notó y ensanchó su sonrisa, con su mano libre acariciaba su propio miembro así como Sunoo hacía con el propio.

Tres golpes más contra la próstata del menor y logró hacer que Sunoo llegara a un orgasmo seguido de él, que con solo ver el rostro placentero de su novio sumado la masturbación llegó a un orgasmo muy fantasioso.

Al alzar la vista, Jungwon, notó que nadie, absolutamente nadie le estaba mirando o al menos eso creyó hasta que sintió una mirada fija en él, giró el rostro y se encontró con la mirada fija y escalofriante de la señorita Park JiHoo.

Al ver a su novio lo encontró totalmente pálido, también lo había notado, estaban en problemas, pero qué importaba, ahora, no importaba.

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"𝗗𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝘂𝗹𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora