Unos golpes se escucharon en la puerta seguida de los pasos apresurados por las escaleras.
- Madre, Hyunwoo ya llegó, por favor trátalo bien – dijo Kihyun a sus espaldas mirando fijamente a la mujer que solo se encogió de hombros, arreglando por última vez su cabello se aproximó a la puerta para luego abrirla, dejando ver a su novio, entre sus manos sostenía un gran ramo de flores en color amarillo que extendió a Kihyun – Son girasoles – comentó delineando uno de los pétalos con su dedo.
- Adoración y alegría – Completó.
Ambos permanecieron unos segundos en silencio antes de que el menor se hiciera a un lado para dejar pasar a Hyunwoo a su hogar.
- Te extrañé – dijo en voz baja solo para que él lo escuchara, logrando provocar una brillante sonrisa en el rostro del mayor – Mi madre está ansiosa por conocerte – su sonrisa desapareció transformándose en una mueca.
Desde que se habían vuelto novios hace unas cuantas semanas Kihyun no lo había presentado ante su familia formalmente y temía que de cierta manera pudiera no agradar a la señora Yoo.
- Hyunwoo que bueno que pudiste venir el día de hoy, la comida ya está lista - una bella mujer los recibió en la sala, era bastante parecida a Kihyun, ella los guio hacia el comedor.
Se sentaron a la mesa en silencio, no sabía que decir, su garganta estaba seca y sus labios parecían pegados, ni una sola palabra llegaba a su mente, nada.
Kihyun y su madre compartieron una mirada, era más que obvio que Hyunwoo se estaba muriendo de los nervios y eso solo provocó ternura a los dos contrarios.
Con cuidado la señora Yoo sirvió los platos dejándolos frente a la pareja para luego sentarse junto a ellos.
- La comida está muy buena – habló por primera vez Hyunwoo sacando una sonrisa de la mayor.
- Lo sé querido, aunque casi nadie aprecia mis habilidades, Kihyun ya casi no pasa tiempo en casa para acompañarme – contestó, su tono era de evidente broma, pero Hyunwoo no lo tomó de esa manera abriendo sus ojos desmesuradamente.
- Madre, no hacía falta agregar eso, sabes que tengo un trabajo ahora – reclamó.
- Y por lo visto te ha ido bastante bien – elevó sus cejas repetidas veces para enfatizar su punto, las mejillas de la pareja se colorearon dándoles un aspecto adorable.
Después de unas cuantas risas la comida continuo en silencio, Kihyun repartía pequeñas y disimuladas caricias en el muslo de su novio bajo la mesa, buscando tranquilizarlo, él aún no había tenido que estar en esa situación, pero sabía que estaría incluso peor el día en que le tocara conocer a su familia.
- ¿Puedo hacer una pregunta sin sonar entrometida? – preguntó de pronto la mujer, llamando la atención de ambos, Hyunwoo solo asintió - ¿Quién fue el primero en decirle sus sentimientos al otro? – ambos se miraron fijamente sin saber exactamente como contestar esa pregunta.
- Creo que esa pregunta tiene dos respuestas, el primero en hacerlo saber al otro fue Hyunwoo, él no me lo decía en palabras, pero si con acciones, resulta que estuvo dándome sutiles mensajes con las flores y yo tardé bastante en notarlo – su mano fue hacia su nuca removiendo suavemente su cabello – aun así yo fui el primero en admitirlo con palabras, porque cuando logré notar que compartíamos el mismo sentimiento me apresuré a decírselo, desde entonces estamos juntos – completo entrelazando ambas manos sobre la mesa.
- Los chicos de hoy en día son cada vez más complicados ¿Flores? Es una idea romántica, pero debiste habérselo dicho, se le notaba que babeaba cuando te veía incluso antes de comenzar a trabajar contigo – el ceño fruncido de la mujer se hizo notar antes de soltar una risa, ellos realmente eran algo curiosos – iré a mi cuarto, Kihyun se educado con el chico – ambos asintieron mientras la mayor desaparecía por las escaleras.
El silencio los rodeo por unos instantes en los que Hyunwoo parecía haber recuperado la calma, actuando ahora más confiado al estar a solas con su novio.
- ¿Y ahora qué? – preguntó el mayor en dirección a Kihyun.
- Ahora, quiero mostrarte un lugar – se apresuró a tomar su mano guiándolo por su casa hacia la puerta que daba al patio – aquí es donde he estado cuidando de los obsequios que me has dado – su jardín era pequeño, pero bastante bonito, las flores se erguían orgullosas mostrando sus colores ante un sol que comenzaba a desaparecer.
- Has aprendido bastante de cómo mantenerlas de manera correcta – sus brazos se deslizaron por su cintura acercándolos un poco, acabando por terminar con la distancia que los separaba.
- Claro que lo he hecho, son importantes para mí, cada una de ellas me dice cuánto me amas – una sonrisa surcó sus labios sintiendo su interior más cálido, le encantaban las sensaciones que parecían abrumadoras cuando aparecían, pero lo hacían feliz.
- Ninguna flor del mundo podrá representar por completo cuanto te amo, pero ellas se acercan bastante, gracias por aparecer en mi vida Kihyun– sus narices se rozaban y sus alientos se mezclaban, Hyunwoo dio el primer paso y unió sus labios en una danza tranquila y afectuosa como a ellos les gustaba.
Las manos de Kihyun jugaban con los cabellos de su nuca inclinando la cabeza para lograr profundizar el beso, todo se sentía tan perfecto, tan correcto como debía ser, se separaron por la falta de aire juntando sus frentes, no queriendo perder el contacto aun.
- ¡Si habían quedado con hambre me hubiesen avisado! – el grito proveniente del segundo piso los sacó de su burbuja desviando su mirada hacia la mujer que sostenía su celular con una sonrisa orgullosa, en la pantalla una foto de ambos besándose, la había tomado segundos antes de que se separaran.
Ambos bajaron la mirada apenados, Hyunwoo se volteó al momento en que Kihyun le hacía unas pequeñas señas a su madre.
- Luego me la envías – dijo en su petición silenciosa, para voltearse a tratar de calmar a su novio que parecía a punto de tener un ataque.
¿Estaba bien que le encantara todo eso?
Como su madre había aceptado su relación y Hyunwoo muriéndose de los nervios de la manera más linda que había visto.
Era muy afortunado.
Se sentía muy afortunado.
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ᴏɴᴇ ᴅᴀʏ, ᴏɴᴇ ғʟᴏᴡᴇʀ 「sʜᴏᴡᴋɪ」
RandomHyunwoo, un florista tan hermoso como las flores que acostumbra a vender tiene un nuevo ayudante, Kihyun solo quería saber que se sentía trabajar con su amor imposible de los últimos meses, cada día Hyunwoo le daba a Kihyun una flor para que llevara...