Capítulo 2: Quiero conocerte.

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Cuando MK había dejado solo al rey, este simplemente miró la pila de poemas escritos a mano, era increíble lo antiguo que se veían, pero, aun así, realmente bien cuidados.

—Moonlight...—Repitió aquel seudónimo.

El rey se acercó y agarró una de las hojas, podía ver pequeñas manchas, y ahora que veía las demás, también tenía las mismas.

Manchas de lágrimas, lagrimas que cayeron en aquellas páginas mientras escribía su poesía.

—Parece que es verdad lo que decían cuando uno escribe con todo lo que siente...—

Wukong debía reconocer el buen trabajo, alguien, hace mucho tiempo, le dijo eso, que un artista usaba el arte como medio de expresión, y lo más hermoso se mostraba en sus obras las cuales les dio su alma, su sudor, sangre y lágrimas.

Pero si había lágrimas, había dolor.

Entonces, Wukong leyó aquel poema.

"Como una flor te di cada uno de mis pétalos, como un manantial, entregué cada gota para saciarte.

Te amé con todo mi corazón, eso si alguna vez tuve uno, pues me lo arrancaste.

¿Nada fue suficiente? ¿Acaso no te amé demasiado? Quizás ese fue el problema, fui yo, como siempre, pues tu brillas, mi sol.

Si, eres mi amado sol. Hermoso a la vista, cariño, pero tan nocivo de cerca.

Pero aun así te amé, y, oh, mi amor, fue mi gran error, te llevaste todo de mí, hasta mi corazón."

Si, otra vez ese sentimiento, ese nudo en la garganta, ¿Por qué se sentía mal? Esto seguro eran los sentimientos de otra persona, no los suyos.

...

Wukong dejó la página a un lado diferente de la pila de poemas, quizás para que no se mezclara con los que aún. No había leído.

El mono de piedra se llevó una mano al pecho, era increíble lo consciente que se estaba haciendo respecto a los sentimientos de alguien más, algo que normalmente no sucedía, no porque no pueda ser empático, simplemente era por el hecho de que... No estaba acostumbrado a este tipo de cosas, siempre huía de esto, aun recordaba cuando era reprendido por...

...

Ah, ese nombre, ese recuerdo, y tal como decía la palabra, solo era un recuerdo. Esa vida había quedado atrás, ya no volvería a tener eso, nunca más, pero era curioso, el rey había jurado que enterró todas esas emociones, porque así dolería menos, porque ya era muy tarde, y porque no había solución.

Seguro que aquel poeta podría saber más sobre eso, ¿Cierto? Aquel anónimo simplemente conocía perfectamente el sentimiento, casi sentía que pena porque tuviese que pasar por experiencias dolorosas, pero al final, el arte se construye con ese dolor, al menos algo bueno sale de aquello.

El rey estaba sentado en el sofá, su cola se comenzó a mover angustiada, una manera de expresar lo aburrido que estaba, lo ansioso que se encontraba. La mirada del mono de piedra volvió a fijarse en la pila de poemas, agarró unas cuantas páginas, leer no estaría mal, aunque sería divertido buscarle un orden cronológico a esta historia escrita a base del dolor.

"Y el era como el sol, su risa iluminaba la oscuridad de mi corazón.

En ese momento supe que lo único que quería era estar a su lado, sin importar nada, solo podía amarlo, y estaba feliz solo de estar allí y verlo brillar.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2023 ⏰

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