𝘗𝘶𝘵 𝘮𝘦 𝘪𝘯 𝘢 𝘮𝘰𝘷𝘪𝘦

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❧Se tratan temas que para algunos pueden ser demasiado delicados.
Proceder con discreción.

El frío golpeaba a su ser, la noche era oscura, frívola y solitaria, miraba a su alrededor, pero no había nadie ni nada más que edificios y una carretera principal de la ciudad en la que vivía

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El frío golpeaba a su ser, la noche era oscura, frívola y solitaria, miraba a su alrededor, pero no había nadie ni nada más que edificios y una carretera principal de la ciudad en la que vivía. Comenzó a caminar de poco a poco hacia en frente; el mismo se lo había prometido hace mucho, justo antes de que... Justo antes de aquella mierda. Sus pasos eran algo titubeantes, desconocía si la razón de esto era aquel clima para la chingada o simplemente el sentimiento depresivo de pérdida que lo inundaba, le jodia, le jodia demasiado el como aún con unos cuantos años encima, aun cuando pasó por el cuerpo de tantas personas desde aquel entonces, nadie, absolutamente nadie, lograba borrar ese manchón tan impregnado en su corazón y piel, casi como uno más de los tantos tatuajes que llevaba en el cuerpo tal rayas al tigre.

Temblaba, retenía las lagrimas, un cartel a unos metros de su derecha decía el nombre de aquella avenida, era esa avenida. Y puta madre, sentía que le quemaba hasta el fondo de su ser, como si le arrancarán ese órgano bombeador de sangre para dejarlo moribundo a su suerte. La vida, el universo, quien fuera que estuviera acargo de toda esta mierda si que era un cabron, sobre todo cuando se trataba de Borja Luzuriaga. Parecía un castigo divino, tal vez era la culpa que venía derramando desde la noche de tragedia años atrás, quizás simplemente un desquite por todo lo que había hecho desde adolescente hasta ser esta especie de joven adulto. Dios, tenía veintitrés y ya sentía que en cualquier momento podría tirarse de un décimo piso o de la azotea del edificio más alto de su ciudad sin culpa alguna. No quería nada más, no si no lo tenía a el.

De la nada, gritos retumbaron en sus oídos, volteo su cuerpo de manera brusca hacia donde provenían los quejidos, viendo así la escena como un espectador más.
Forcejeaba, aquel castaño de mechón amarillo forcejeaba contra el otro hombre que trataba de someterlo, cerca de ahí, otro muchacho de apariencia joven llegó doblando una esquina, y justo en ese momento...

Un disparo.
Aquel cuerpo que anteriormente luchaba fue cayendo de manera lenta hasta chocar contra el asfalto, mientras que el otro hombre, el atacante, salió corriendo como un puto cobarde. Ese joven chico, miro todo sin poderlo creer.

---¡Auron! ---su voz era rota, el solo escucharlo hablar ya dolía.

A paso apresurado, el joven Luzu corrió hacia aquel cuerpo, sabía que todavía no estaba muerto, no podría estarlo no debía estarlo, no se lo permitiría. Los pasos resonaban a pisadas desesperadas para que al estar a unos metros de aquel que era su amor, su corazón, su vida entera, se tiró sobre sus rodillas. No le importaban los raspones que tendría al siguiente día, le importaba Auron, debía de llevarlo a un hospital.

---A-auron. ---repitió a voz ahogada. ---T-tenemos, tengo, que llevarte a un hospital.

---N-no. ---pronunció el otro quedandose de poco a poco sin aire. ---No Luzu, amb-ambos, sabemos cómo ac-cabara esto. ---pequeñas lágrimas salían de las orbes miel, Luzu podía observar como la luz se iba a forma dolorosa al igual que la sangre en su abdomen.

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⏰ Última actualización: Aug 27 ⏰

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𝙃𝙚'𝙨 𝙖 𝙧𝙚𝙗𝙚𝙡𝙙 || 𝘓𝘶𝘤𝘬𝘪𝘵𝘺! 𝘖.𝘚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora