Dos: Ayuda innecesariamente necesaria.

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Doyoung despertó con la suave alarma que Jeongwoo había configurado en su celular, el moreno siempre decía cosas como que para él era mejor comenzar la mañana con una melodía suave que con una de esas alarmas estridentes, aunque si lo pensaba Junkyu jamás se despertaría a menos de que su alarma fuese el sonido de una gran explosión o algo así.

Se sentó en la cama con una media sonrisa, pasándose las manos por el rostro y cabello, podía sentir la calidez del sol atravesar su ventana debido a sus cortinas abiertas, podía escuchar el movimiento de la ciudad y exploró con sus manos entre las mantas hasta encontrar su celular, siempre lo dejaba en su mesita de noche para no perderlo entre todas las almohadas y muñecos de felpa que tenia, pero la noche anterior se había dormido escuchando una y otra vez la melodía que presentarían en invierno.

Era una pieza nueva, Junkyu la había compuesto para él y no dejaba de sentirse nervioso de solo pensar en equivocarse.

Quería que el mayor estuviera orgulloso.

Había conocido a Junkyu cuando eran niños e iban a la primaria, Doyoung era el único pequeño con una alta discapacidad visual y Junkyu el único que se le había acercado, el podía caminar en aquel momento, tomando su mano y llevándolo de un lugar a otro mientras le explicaba detalladamente todo a su alrededor.

Pero lamentablemente su amistad solo duró dos años ya que la familia de Junkyu decidió mudarse y nunca pudieron despedirse.

Con los años Doyoung solo termino completamente ciego, dejando a oscuras lo que antes eran ligeras machas borrosas y luces, no había tratamiento para él, incluso si su madre había movido cielo y tierra, ni si quiera un trasplante le sería efectivo ya que los médicos no se explicaban cómo tantos tejidos y nervios en su cabeza simplemente no funcionaban.

Había aprendido a vivir con ello, pero nunca encontró a nadie como Junkyu, nadie quería ser amigo del Omega ciego de la clase así que su madre consiguió un nuevo colegio, especial para personas con discapacidades.

Y eso solo lo hizo sentir encerrado.

Nunca se acercó a nadie, nunca se relaciono con nadie, el solo esperaba en el mismo banco cerca de la puerta hasta que su madre o algún chófer viniera a recogerlo.

No sé despidió de ningún amigo cuando se graduó, y casi ni salió de su casa el corto periodo antes de iniciar la universidad.

Pero si había encontrado algo nuevo que le llamo la atención.

Amaba la música.

Era algo...

Era algo impresionante.

Crear con sus manos suaves melodías.

No necesitaba ver nada, solo utilizar sus manos, y aunque sonara tonto lo hacía sentir especial.

Cuando comenzó la facultad de artes conoció a la señorita Eunhye, ella también era ciega y era profesora universitaria, fue un apoyo gigantesco cuando noto que la facultad de música no era solo tocar un instrumento, y también fue un grandísimo apoyo cuando literalmente lo empujó a brazos de un alfa obstinado de otra universidad pero que de alguna manera siempre estaba alrededor.

Haruto era un alfa, era altísimo, era ciego, pero lo más impresionante es que era el quíntuple de independiente de lo que era Doyoung, al principio no sabía cómo acercarse, solo caminando con el o almorzando juntos, también conoció a Jaehyuk quien era el mejor amigo de Haruto, y luego de un tiempo conoció a Jeongwoo, el novio de Haruto.

Jeongwoo le recordaba a Junkyu, toda su amabilidad, la felicidad y buenas vibras que transmitía.

Le hizo extrañar nuevamente a su amigo de la infancia y sin notarlo no dejaba de pensar en el ¿Cómo estaría? ¿Dónde estaría? ¿Lo recordaba? ¿Y si lo había olvidado? ¿Podrían volver a verse algún día?

[Dónde puedo escuchar tu corazon ] ♡ DohwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora