El Romance Adolescente Inesperado

EL REENCUENTRO INESPERADO

Estaba muy emocionado por empezar las clases este verano. Era un sitio nuevo. ¡¡IBA A IR A TURÍN!! Este era mi sueño, estudiar bellas artes en un país en el que la pintura era muy importante en él, Italia.
Hoy ya es el día, voy a conocer gente nueva, en un país nuevo y en otro idioma.
Al llegar a bachillerato vi a alguien
que no me esperaba para nada. ¡Era Adrián! -Hacía tiempo que no lo veía- me dije a mi mismo.
En ese momento el me saludó, no muy
feliz de volverme a ver la verdad, para que mentirnos. Resulta que a los dos
nos han puesto en la misma clase y el profesor nos puso juntos. Y a partir
de ahí empezamos a hablarnos más.
Unos días después estaba terminando un cuadro y él se acercó a "mirarlo", aunque yo pensé que era para mirarme a mí, lo veía por el reflejo del espejo que tengo en la mesa. Él parecía enamorado, pero
me dije a mi mismo que no podría ser, ¿cómo es que Adrián era gay y yo me entero ahora?

Al terminar las clases él me escribió por si quería hacer con él el trabajo de
diseño. Yo le dejé en visto porque estaba dudando, una hora después le digo que sí, aunque no nos llevaremos mucho
era la única persona con la que podía
hacerlo, porque los demás ya habían elegido las parejas, y también por otra razón... sentía algo por él que nunca había sentido por nadie, como que no podía parar de pensar en él embobado y
estando feliz todo el rato. Eso no me había pasado en mi vida, yo siempre había pensado que era asexual y arromántico, pero se ve que no.

Unos días más tarde...

-Oye, Dani, ¿al salir de clase te apetece ir los dos a un bar a tomar algo?-
Dijo Adrián.
Hoy tenía mucho para estudiar, pero supongo que por un ratito no pasa nada, ¿no?

-Sí, ¿por qué no? ¿Y a qué hora?- Dije felizmente.

-¿A las 15:30 te parece bien? Es que a las 5:30 tengo entreno, es que me han fichado en la Juventus.- Dijo él con cara de cansado

-Perfecto, por mí genial- Dije felizmente de nuevo. Ya se que tengo muchas cosas que hacer, pero mi romance adolescente me llama, a si que qué más da, lo importante es disfrutar. ¿No crees?