CON LAS DUDAS

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Él vino un rato después con su Ferrari blanco a mi casa para recogerme e ir a un bar.

-¡EH, DANI BAJA YA QUE SI NO EL SEMÁFORO SE PONE EN VERDE!- me chilló desde dentro del coche.

-¡YA BAJO, TRANQUILO!- le dije desde mi ventana.
Bajé lo más rápido que pude y nos fuimos a un bar.
Tuvimos muchas conversaciones distintas, nos reímos, nos divertimos. Pero ahora ya no pensaba que él me gustase, no estaba muy seguro.

-¡Eh, Dani! ¿Qué te pasa, por qué te quedas callado?- Me dijo él sorprendido.

-¡Eh! Nada nada...- dije dudoso.

-¿Seguro?, No me mientas, eh- me dijo con cara de pena.

-Si, si, es que...

-¡YA SON LAS 17:20, VÁMONOS!- dijo al interrumpir mi frase y yéndose corriendo al Ferrari.

-¡VAMOS, DANI, CORRE!- dijo él.

Yo corrí hasta su coche. Llegamos un poco tarde y fue sancionado con 500 euros por llegar tarde.

-Lo siento entrenador, es que hubo un accidente en la carretera...- No me lo podía creer, todavía seguía mintiendo así. Y por esa mentira se libró de la multa.

Yo estuve sentado en los asientos reflexionando sobre mi vida y mis rompecabezas amorosos. No entendía lo que me estaba pasando.

-¿Adrián me gusta? ¿No me gusta?
¡¡AHH, MIERDA!!- pensé. Cómo se nota que no me conozco nada por lo que veo.

Ojalá contarle esto a mis amigos, pero ellos están en Barcelona, Zaragoza, Madrid... Pero es que yo... Estoy demasiado lejos. Ojalá sean ya vacaciones para poder verlos.
Pero es que necesito su ayuda, sus consejos y su opinión.

Bueno, ahora no voy a pensar en esas cosas, necesito disfrutar de mi vida y pasármelo bien.
Se me olvidó que estaba ahí para verlo jugar a él, pero en verdad ya me aburría mucho.

-¡EY, ADRIÁN, ME VOY YA QUE TENGO MUCHAS COSAS QUE HACER! le dije.

- ¡OK! ¿¡QUIERES QUE TE LLEVE!?- me contestó.

-¡NO, GRACIAS ADRIÁN!- le contesté desde las gradas.

Yo ya me fui a mi casa. Todo había sucedido muy rápido y necesitaba un rato de descanso, bastante. Antes de irme a dormir tenía que terminar un proyecto de describir y explicar cómo se hizo un cuadro que nos asignaron a cada uno.

Después de eso me tomé un vaso de leche con galletas, leí un poco un libro que tenía pensado leer, me puse el pijama, me lavé los dientes y justo antes de dormir dije: "Ojalá mañana sea un día mejor".

El Romance Adolescente Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora