Rebeca

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Continuación de la parte 1

Bien, si estás aquí es porque te interesa poco mi historia, lo suficiente para seguir leyéndola, así que, continuemos.
Tal y como había dicho, me volvería a encontrar con aquel ángel mucho antes de lo que creía, y pues, resulta que me encontraba dando un paseo por el parque, tan tranquilo, pensando en mis cosas, y pues, resultó que ella estaba allí también, sentada en un banco, con su libreta de dibujo, seguramente fue al parque para que su arte pudiera fluir.
Bueno, el caso, es que yo, al verla, me decidí por ir a hablarle.

- Hola!

A lo que ella simplemente respondió:

- Ah..Hola.

Fue el momento más incómodo que pude haber tenido, se le notaba algo nerviosa, pero aún así, mi determinación de querer hablar con ella no cesó.

- Amm...tu eres esa chica, con la que choqué el otro día

- Uhh, si, de veras lamento mi despiste

- No no, yo soy el que no prestaba atención, perdón si te hice daño o algo cuando caíste

Ella simplemente puso una cara de alivio mezclado con nerviosismo, pero aún así la dulzura de sus ojos seguía penetrando más y más hasta mi corazón, finalmente le dije:

- Mmm, puedo saber cuál es tu nombre?

Por un momento, se hizo el silencio, ella tomo aire, suspiró, y con una voz suave y delicada dijo:

- Mi nombre es Rebeca

Por mi mente pasaron muchas cosas en ese momento, pero lo principal fue, ¡Que nombre más hermoso!

- Un gusto Rebeca, yo me llamo Abraham

Cuando le dije mi nombre, su cara soltó una pequeña pero bonita sonrisa, la verdad, verla sonreír fue como poder ver una de las obras de Van Gogh, y el sonar de su risa, como melodía de Vivaldi.
Se hizo la tarde, ella agarró sus cosas y se disponía a irse. Antes de que lo hiciera, en un momento desesperado le dije:

- Rebeca, si no te importa, puedes...darme tu número y a ver si quedamos algún día?

A ella no le pareció una idea tan mala, digo esto porque no se negó, ella me dio su contacto de WhatsApp, se despidió y se fue.

Luego llegué a mi casa, menos mal que no había nadie, porque grité, grité de la emoción de haber podido volver a encontrarme con ese ángel del cual ya se su nombre.
Ahora solo falta poder volver a vernos, ya sea en un sitio normal o más especial, cómo sería una feria, o algo parecido. Se hizo de noche, y rápidamente me fui a dormir, no quería esperar al día siguiente, quería volver a verla

Continuará...

Un Ángel Llamado Rebeca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora