¿Pueden dos personas tener el mismo rostro y diferentes identidades?
"Actuar es mentir, por eso me engañaré a mi mismo para llegar a ti. Éramos almas gemelas que tomaron rumbos diferentes, pero hoy, solo hoy, tomaré su identidad".
★Idea 100% origina...
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Seúl. 2015 Diez años después del accidente.
-No podemos seguir haciéndonos cargo de ella -comenta enojada-, tenemos tres hijos y está siendo una carga para todos.
-No puedo abandonarla, es la única hija de mi hermano -agrega un tanto aturdido-, prometí educarla adecuadamente.
-¡Ya hemos hecho suficiente! -exclama.-Ahora tiene 15 años, puede cuidarse sola.
-¡Seyi! -replica- Basta de tonterías, continuará con nosotros hasta que cumpla la mayoría de edad y encuentre un lugar estable donde pueda estar.
Unos minutos más tarde llega Lee Haeri junto a sus primos.
-Ya estamos en casa -anuncian al unísono.
-Estamos en la cocina -les dice Seyi-, lávense y bajen a cenar.
-Está bien-responden de vuelta.
-Oye, Haeri -la empuja su primo mayor-, deberías ayudar a mamá.
-Sí, es cierto -agrega el menor-. Es una molestia que tengamos que compartir todo contigo y no ayudas en nada.
-Pero... -la chica trata de justificarse.
-¿Qué? ¿No quieres? -la amenaza el mayor acorralándola.
-Detente Hajoon -intercede el del medio-, la estás asustando.
-"La estás asustando" -repite en tono burlón el menor-. Siempre la defiendes. ¿Acaso te gusta?
-¡Yah, Juwon! -le advierte-: No cruces la línea.
-¿Qué está sucediendo aquí? -Llega su padre a regañarlos.- ¿Están peleando otra vez?
Su madre al ver la demora, decide ir a buscarlos y se encuentra con la incómoda escena.
-¿Qué pasa? -pregunta asombrada- ¿Por qué no se han cambiado aún?
-¿Por qué no responden? -alza la voz su papá.
Haeri comienza a temblar y trata de calmar la situación.
-Tío, no es lo que estás pensando -toma su mano.
-¿Causaste problemas otra vez? -Su tía la empuja.- ¿Por qué no puedes ser como las chicas de tu edad? Debería disciplinarte.
-Tía... -murmura Haeri con lágrimas en sus ojos- Lo siento, no lo volveré a hacer. Prometo cambiar.
-¡Calla! -le grita- Te hemos criado por diez años, te tratamos como nuestra hija y, ¿qué haces para pagarnos? Darnos problemas.
Mientras Hajoon y Juwon disfrutan del espectáculo, el chico de cabellos grises la agarra del brazo y la lleva arriba ignorando las palabras de su mamá.
-¿Qué estás haciendo? -eleva el tono- ¡Jiho! ¡Yah, Lee Jiho, te estoy hablando!
Una vez en el piso superior, la chica de cabellos oscuros se desploma en el suelo sollozando.
