"Lo que pasa en Las Vegas".

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- ¡¡Las Vegas, compañeros!! - gritó Willy cuando divisó el cartel de la ciudad, después de kilómetros y kilómetros de desierto.


- ¡¡Vamoh, vamoh!! - gritaron todos los demás, levantando las manos al aire.


- ¡Para, Willy, para! - le gritó Frank desde la parte de atrás, dándole golpecitos en el brazo -. ¡Hay que hacerse una foto con el cartel, que es mítico, por Dios!


Willy resopló haciéndole caso y apartándose de la carretera al lado del pequeño cartel de entrada a la ciudad que rezaba "Welcome to Fabulous "Las Vegas". Nevada". Bajaron todos del coche y pidieron a una pareja de ancianitos que pasaba por allí si les podía hacer una foto, ellos aceptaron y cuando se la hubieron hecho volvieron a su Jeep granate alquilado.


- Bueno, bellas damas - empezó a hablar Willy al arrancar el coche de nuevo -. Poned el GPS que no sé llegar al hotel.


- Pero yo sí, príncipe mío - le dijo Vegetta poniéndose el cinturón en el asiento del copiloto -. Lo he mirado antes de salir. Las Vegas son dos calles, colega, no es muy difícil. Cuando puedas gira a la derecha que es una la calle paralela a esta.


- Uuuuuh.. ¡Vegetta presidente! ¡Vegetta presidente! - cantaron los demás a coro, todo excepto Willy, que le miraba de reojo con cara de "este es tonto".


Pusieron rumbo al hotel y llegaron enseguida gracias a las indicaciones de Vegetta. Les dieron las llaves del coche al chico que trabajaba de aparcacoches en la puerta y sus maletas las cogieron unos empleados del hotel para subirlas a su habitación. Fueron a recepción a por la tarjeta que abría la puerta de la suite compartida que habían conseguido a un precio que ni se lo creían. Subieron y fue Abel el encargado de dar paso hacia la gran habitación.


Los cuatro se quedaron en la puerta con los ojos como platos y la boca en forma de "O", has que Frank entró corriendo y gritando al gran salón que se habría delante de ellos.


- ¡Pero tííííííío! ¡Si aquí cabe mi casa! - dijo abriendo los brazos para abarcar ficticiamente la amplitud del salón.


- Estoy flipando, chavales... - comentó Abel un poco más calmado por la impresión.


- ¡Eh! Pero, ¿habéis visto las habitaciones? - dijo Willy desde el otro punto del cuarto, dentro de una de las dos alcobas que había en la suite.


- ¿Y los baños? - preguntó Vegetta desde el baño de la suite contraria a la que estaba Willy -. ¡Que tenemos jacuzzi!


- ¿¡¿¡WHAT!?!? - gritaron los otros tres corriendo a los baños -. ¡¡LOL!!


Estaban emocionadísimos viendo su nueva habitación para las dos siguientes noches. Tenían hasta un piano eléctrico donde hicieron el parguela un buen rato. Se hicieron muchas fotos subieron algunas a Instagram y a Twitter. Metieron sus maletas y mochilas en las habitaciones, Willy con Frank y Abel con Vegetta, y bajaron a ver el resto del hotel. El "Venetian" era precioso, quizá el más bonito de la ciudad. Estaba recreado el atardecer de Venecia constantemente dentro del hall, con canales de agua y un cielo artificial que hacía que el momento más bonito de la ciudad italiana pareciese real en aquel edificio hora tras hora.

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⏰ Última actualización: May 21, 2015 ⏰

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"Lo que pasa en Las Vegas" · Lemmon WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora