capítulo 4

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Hora de entrar en el juego

Al regreso de aquella noche, tanto Namjoon como Jungkook estaban un tanto estresados, no porque le hubieran desagradado o bien irritado aquellos jóvenes que consideraban como “Competencia” sino, más bien por el hecho de que aquel Dúo Gang, ya tenía la vista bien puesta en aquel joven que podría ayudarlos como centro de atención para su compañía, no obstante, ahora tenían otro problema, el cual involucraba la supuesta pelea por el joven universitario que traería beneficios para las dos empresas o más bien dicho, para las dos mafias que buscaban un mismo objetivo… el seguir en el mercado sin problema alguno de las autoridades.

Namjoon conocía perfectamente las consecuencias de no tener a un reflector en el cual recayera toda la atención, por lo que tenía que crear un plan y así salir victoriosos; aunque no tuviera la completa certeza de que fuera a salir conforme él lo quisiera, ya que debían de comenzar a tratar con una persona la cual ni siquiera conocían, pero era lo suficientemente conocido para que varias personas comenzaran a seguirlo en busca de su apoyo o más bien de su belleza.

Aunque Jungkook conocía los riesgos, estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograr conseguir a aquel chico o simplemente a alguien que los lograr cubrir de la policía y de aquellos reflectores que llegaban a posarse sobre ellos una vez que la gente comenzaba a sospechar de ellos, sin embargo, una vez que tuvieran a aquella pared que los cubriera, podrían regresar más rápidamente al negocio cotidiano, por lo que estaba decidido en entrar y salir de aquella universidad con el joven de su lado.

Aunque ya habían llegado a aquella galería para comenzar con sus “trabajos nocturnos” Jungkook tenía esa pequeña persistencia de pedirle a Namjoon permiso, para que se lograra infiltrar en aquella universidad como estudiante de alguna carrera que tuviera que ver algo con medicina y lograr convencer a aquel joven de unírseles como aliado, aunque honestamente no sabían del paradero de Taemin, porque al parecer había borrado rastro alguno de él, tenían que ser cuidadosos ahora, por si alguien lograba encontrarlo y sacarle información, sería un tanto desventajoso para ellos.

Una vez que Namjoon había aceptado aquel trato con jungkook, el cual consistía en infiltrarse; solo basto unos cuantos días para que la escuela lograra aceptar al joven como estudiante de fisioterapia. Gracias a la entrada de aquella carrera, se estaban asegurando un pase directo a conocer a Seokjin o más bien, toparse con él en alguno de estos días y así dar comienzo a aquel plan que podría mantenerlos en la delantera, por no decir que justo en la victoria.

Aunque todo iba conforme lo querían, algo llegó a arruinar aquella chispa en su plan. Una vez que jungkook iniciara sus clases y comenzara a dirigirse a su salón, logró divisar a aquella cabellera rosa que resaltaba entre las demás, gracias a su llamativo color de cabello. Al principio pensó que era una broma o simplemente una coincidencia, de que algún joven de la facultad de la salud tuviera el mismo cabello que aquel indeseable joven, el cual esperaba no volverse a encontrar durante un buen rato, pero lamentablemente, sus sospechas o más bien súplicas indeseables eran ciertas, y ahí al final del pasillo del edificio se encontraba aquel joven reluciente, el cual una vez se percató de su presencia le dio una sonrisa burlona dejándole saber que ahora había llegado un nuevo jugador al tablero.

Como toda escuela, el maestro a cargo pidió que se dirigieran a sus respectivos salones, para así comenzar con aquellas presentaciones tediosas que al principio de año o más bien, cada que entraba alguien nuevo solía ocurrir, gracias a esta gran tradición, Jungkook y Jimin fueron llamados al frente para que se presentaran debidamente.

Jungkook se levantó con cierta molestia ya que nunca le había gustado estar frente a gente la cual no valía la pena su presencia, sin embargo, seguía adelante por algo, o más bien por alguien, así que solo dio un pequeño suspiro y se levantó de su asiento pesadamente, pero por otro lado era todo lo contrario al joven de cabellos rosas, el cual se había levantado con el mejor ánimo del mundo de su asiento, intentando dar el centro de atención para todo su salón, ya que siempre le gustaba que la gente le mirase y se hipnotizara con su simple presencia. Gracias a ello se podía ver a simple vista lo contrarios que eran aquellos jóvenes; mientras a uno le encantaba ser el centro de atención, el otro prefería quedarse en silencio y observar a la gente con cautela.

-        Pueden comenzar a presentarse- Soltó como simple comentario su profesor, y así dar comienzo a la presentación de los dos “chicos nuevos” que habían llegado a la universidad, aunque por esas fechas era un tanto raro de ver, por alguna casualidad estos dos jóvenes desde el día en el que habían entrado a la escuela habían llamado la atención, tanto por su belleza como por su forma de ser, lo que causo que comenzaran a estar en boca de todos.

Jungkook suspiro e iba a comenzar a hablar, pero de repente, el joven peli rosado le robo su turno o más bien las palabras, ya que, de un momento a otro había comenzado a hablar sin respeto o preocupación alguna por lo que fuera a decir su “nuevo compañero”.

-        Un gusto a todos, soy Park Jimin y el apuesto joven que está al lado mío es Kim Jungkook, pero no suele ser muy social-

Una vez que jimin había soltado aquel pequeño comentario, la mayoría de las personas del salón habían soltado una pequeña risa, mientras que los demás habían quedado anonadados por la belleza de aquellos dos chicos los cuales comenzaron a cuchichear sobre su apariencia. Generalmente las presentaciones duraban aproximadamente varios minutos gracias a que comenzaban a cuestionar sobre sus vida personales o alguna que otra pregunta trivial, pero al final de cuentas solo bastó con decir sus nombres para que el profesor los dejara elegir un asiento en el salón.

Después del paso de los minutos tanto Jungkook como Jimin se lanzaban miradas amenazadoras llenas de disgusto y descontento, gracias a la presencia del otro, aunque ante todo, siempre procuraban que nadie los mirara para no dar ciertas sospechas. Al final de cuenta, las miradas a veces llegaban a notarse por parte de sus compañeros, causando cierta intriga y preguntas acerca de que si todo se encontraba en orden, aunque siempre fueron respuestas por un breve “si o un todo bien”

Conforme aquella pelea de miradas avanzaba, el final de la clase había llegado, lo que indicaba que su corto día escolar había acabado. Una vez que el timbre del edificio dejó salir un timbre suave y tranquilo, dando paso al final de las clases y así seguir con aquella pelea una vez que todos los del salón salieran animosos con sus respectivos amigos, mientras que los dos jóvenes seguían sentados en sus asientos, uno en cada esquina trasera del salón.

-Supuse que Namjoon enviaría a su perro faldero ¿no es así Jungkook? – Habló JImin en un tono burlón mientras se levantaba de su asiento y tomaba su cosas, para poder ver a Junkook quien seguía sentado con cierta mirada posada en el pizarrón del aula.

-Siempre tan ansioso por soltar tus comentarios, joven jimin- Jungkook siempre se había referido al duo Gang con cierto respeto como Namjoon le había enseñado, sin embargo, el joven de cabellos rosas cada vez colmaba más la paciencia del joven, lo que causo que este se levantara de su asiento, tomara sus cosas y comenzara a caminar -Pero… prefiero que te ahorres tus palabras antes de que te humilles-

Una vez dicho esto Jungkook estaba a unos cuantos pasos de salir del salón, sin embargo, antes de salir dio una pequeña risa sarcástica para así dejar a Jimin ardiendo en furia aun en el salón, pero claro que esto no lo iba a dejar así o bueno, jimin no permitiría tal “humillación”

En cuestión de un pestañeo el chico pelorosado le había lanzado su mochila con todo y libros, aunque claramente Jungkook lo había esquivado gracias a aquel sonido característico de las libretas siendo removidas dentro de la libreta, como si de un niño corriendo con su respectiva mochila se tratase y así se hizo a un lado para que todo el impacto de la mochila siguiera su curso y terminara chocando con la pared del pasillo, pero no fue así. Aquella mochila había golpeado a un joven un poco alto, de cuerpo esbelto, cabellos café oscuro los cuales podían llegar a negro y tez pálida había sido el blanco de aquel lanzamiento de mochila, lo que causo tanto angustia y sorpresa por parte de los dos jóvenes ya que al parecer no había golpeado a una simple persona si no, al mismo objetivo que compartían.

Kim Seokjin.




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Bueno hasta aquí el capítulo de hoy, pero y les esté gustando la historia 🥰🥰

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