No dejes para mañana lo que para hoy es tarde

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Mi nombre, mi nombre no importa mucho ahora, solo vengo a contarles un pequeño relato de algo que me sucedió en mi corta vida.

Todo comienza a mis 18 años, estaba comenzando la universidad, me iba realmente bien; notas muy buenas, sociable con todos mis compañeros, mis profesores no tenían quejas de mí, básicamente era el estudiante modelo, no es algo que busqué nada más comenzar la universidad, pero así paso.

Mi primer año, aunque fue duro por acostumbrarme a los horarios, exigencias y demás cosas, me gustó y, de hecho, llegué a pensar en que no iba a ser tan difícil de lo que me habían comentado.

En el segundo año de mi carrera, había hecho un grupo pequeño, éramos siete personas bastante unidas y que nos apoyábamos mutuamente; me llevaba bien con todos, aunque había una persona en especial que mejor me llevaba, su nombre era Valeria.

No puedo negar que el hecho en que la invitara a estar con mi grupo en primer lugar era porque me atraía un poco, ya que era linda y aunque no aportaba gran cosa a nuestro grupo de estudio, de igual manera me gustaba tenerla allí conmigo.

Al paso de dos años, el grupo que comenzamos de siete se redujo a solo cuatro, pero entre ellos seguía estando Valeria. En el transcurso de ese tiempo, me comenzó a gustar mucho más que no paraba de pensar en ella y de mirarla todo el tiempo, pero nunca me atreví a decirle lo que sentía por miedo a que me rechazara, por lo que preferí tenerla en vida como mi amiga a no tenerla más.

El último año de mi carrera, decidí ser valiente y contarle que estaba locamente enamorado de ella desde hace tres años, ya era el último año, lo que significaba que era muy probable que al final no nos viéramos más, así que una tarde me armé de valor, la invité a salir con la excusa de que haríamos una tarea y le dije todo.

En un principio ella se impresionó al escucharme, pero para mi gran sorpresa, también me dijo que estaba enamorada de mi desde hace tiempo. Fue una completa locura y no daba créditos a lo que estaba escuchando en ese momento ya que por lo que me dijo, podríamos haber estado juntos por desde hace tiempo y por nuestra pena o poca voluntad, no había pasado.

Aunque ahora me arrepentía no haberle dicho antes, todo valió la pena al final, estábamos juntos como tanto lo había querido hace más de tres años y era lo único que importaba.

Pero la vida no es muy justa muchas veces con los más felices ya que, justo una semana antes de nuestra graduación, luego de pasar casi un año siendo pareja, donde habíamos llegado a la conclusión de irnos a vivir juntos luego de terminar de estudiar, el destino o tal vez la mala suerte o una simple casualidad, me arrebata de mis manos esa posibilidad ya que un terrible accidente de auto termina con la vida de mi Valeria, la chica que amé tanto.

Al enterarme quede devastado que deje todo de lado, la universidad, mis amigos, el trabajo, todo y me encerré completamente y desde ese momento me he culpado de su muerte, ya que, por una pelea, ella se marchó en el taxi donde su vida llegaría a su fin.

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