Luces bajas, excitación.

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¡! Esta historia no fue corregida, hay faltas ortográficas y de redacción

¡!² Contenido explícito, lenguaje mal sonante.
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━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━001; 743 - Miranda!━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

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001; 743 - Miranda!
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"Te voy a hacer mierda."
La voz de Enzo resonó en su columna vertebral, al mismo tiempo, la puerta de su casa se abrió. Ambas situaciones fueron simultáneas, tanto que parecían haberse esperado para ocurrir juntas.

La sangre le subió al cuerpo, a dos zonas específicas; a la cara, y en otro lugar al cual Julián no le había dado la atención necesaria los últimos meses. No pudo pensar suficiente, porque ya estaba siendo arrinconado de forma bruta en su propio hogar, Fernández azotó la puerta de entrada creando un eco enorme en el edificio.

"Para culiado', los vecinos me van a matar."
La bajada y subida cantora que no podía evitar debido a ser cordobés le iba a jugar en contra, porque al parecer a su intruso le bastó escucharlo hablar para volver a arrojarse encima de él.

Julián estaba siendo presionado contra el sillón de su sala de estar, con un moreno eufórico por sentir un poco más de su piel, más de lo que había visto. Cuando los labios del contrario se unieron a su cuello; un espasmo eléctrico cruzó desde su abdomen hasta sus muslos.

La única luz encendida se ubicaba por encima de la puerta de entrada, haciendo que sea cubierta por la espalda ancha de Fernández, creando un efecto de sombra y luces sobre su figura. Se sentía acorralado, física y sentimentalmente, la fragancia adherida a la ropa de su atacante hacía que el poco sentido común que todavía quería quedarse terminara de desprenderse de su cabeza.

No iba a negarse a la situación, no era parte de la idea. La tensión sexual entre ambos siempre fue presente, pero por más insinuaciones hubiese, Julián nunca dió el siguiente paso; más por inseguridad que por timidez.
Pero ahora, teniéndolo, prácticamente encima, no tenía ni una duda de lo que debía hacer.

Aprovechar la situación que, algún Dios, puso ante él.

"Espera."
Cómo pudo, hizo voltear a Enzo y lo empujó contra los almohadones donde antes él estaba siendo sometido.
Rápidamente se posicionó entre las piernas del moreno, con las manos temblorosas por la inexperiencia, comenzó a acariciar sobre la tela la zona palpitante de su compañero.

"¿Estás nervioso? En la cancha te hacías el boludo conmigo."
La mano libre del contrario se pasó por sus mejillas, apretandolas en el proceso. Llevó sus dedos hacía sus labios, acariciando de forma circular sobre ellos, ansioso por la imagen y por la idea que estaba a punto de formalizarse.

Provocación | Julián & EnzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora