Midnight rain | Soojun

01 ☾ ⋆*･ﾟ:⋆*･ﾟ

❝ He wanted it comfortable, I wanted that pain ❞

El sudor le caía por la frente, mientras terminaba de tocar la última canción de su concierto. Era el quinto en el mes. Solo esperaba que tanto esfuerzo al final valiera la pena.

Aunque el pueblo donde vivía Soobin no era conocido exactamente por ser muy grande, su banda era de las más populares allí, muchos los invitaban a tocar. Pero aparte de un par de fiestas y bares, nadie los llamaba para ir a otra ciudad o algún lugar más lejano de los límites de su pueblo.

Los aplausos resonaban por todo "the rose". Era el mejor bar de la zona, y al que más gente asistía. Soobin fue el primero en marcharse, sin esperar a los demás o quedarse para saludar al público. Estaba de mal humor, la última canción no había salido como quería.

-Mierda- Maldijo mientras se sentaba en un sillón que había en los camerinos detrás del escenario.

Empezó a guardar su guitarra en la funda, cuando los otros integrantes de la banda entraron al lugar. Todos estaban contentos y sonriendo, pero en cuanto vieron la mala cara de Soobin, las risas se terminaron.

-¿Por qué nos miras así? Fuiste tú el que cometió el error allí afuera, en todo caso nosotros deberíamos estar molestos-

-Ya déjalo- Dijo su compañero tocándole el hombro- Vamos a tomar algo-

Soobin no dijo nada, simplemente agarró sus cosas y se marchó. Últimamente nada en su vida iba bien, parecía que todo se desmoronaba poco a poco. Las cuentas, el alquiler, todo aumentaba y le costaba cada vez más pagarlo. Su relación con los miembros de la banda también iba cuesta abajo, al igual que su composición. Tenía tantas responsabilidades, que casi no le quedaba tiempo para ensayar y escribir algo nuevo. Pero cuando podía hacerlo, las palabras no aparecían en su mente, sus dedos se olvidaban del ritmo a la hora de tocar, y su lápiz no escribía letras nuevas para las canciones. Era como si tuviera algún tipo de bloqueo, y eso lo frustraba cada vez más.

Camino furioso por las calles angostas de su pueblo. Pateó cada piedra que se le cruzó, mientras que maldecía en voz baja. En ese momento, lo único que podía hacer es ir a visitar a la única cosa que podía alegrarlo en días como este.

Llegó al viejo callejón que conocía de memoria, y se dirigió directo hacia el bote de basura. Alli estaba, justo detras, la caja con un hermoso gato negro dentro.

-Hola pequeño, ¿me extrañaste?-

Apenas lo vio, lo único que hizo fue maullar y ronronear en el momento en que lo acaricio. Durante los últimos meses, Soobin estuvo cuidándolo y visitándolo constantemente, tal como había prometido.

Ese gato era lo único que lo hacía feliz en esos momentos de soledad que él tenía. Cuando la tristeza lo invadía, oír el ronroneo y sentir como la lengua áspera del gato acariciaba su mano, le mejoraba el día.

Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo, indicando a Soobin que ya era hora de regresar a su casa. Sin embargo, él no se movió, se quedó allí con el pequeño animal. Unas lágrimas rodaron por sus mejillas, mezclandose con la lluvia.

-¿Por qué?- Preguntó con un hilo de voz- ¿Acaso cometí un error?-

Los últimos meses fueron fatales para Soobin. Cada día que pasaba perdía más la confianza en sí mismo, y eso lo perjudicaba a la hora de tocar. ¿El problema? Ya no podía conectar con la música. Esta era una situación que le aterraba, ya que no podía componer, mucho menos cantar o tocar, ¿que se suponía que debía hacer ahora? Lo que menos quería era abandonar sus sueños, pero no sabía cómo salir adelante.