Huening Kai accede a ir a una fiesta con sus amigos y termina bebiendo de más; un hilo de Twitter exponiendo a sus exes lo recibe al siguiente día y su resaca termina siendo el último de sus problemas.
-Hablaste de Soobin, pensé que él sólo había s...
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Mi cabeza se siente como un jodido carrusel a su máxima velocidad y mis manos están cansadas de acomodar la resbaladiza diadema brillosa de cumpleañera que reposa en los ligeros rizos castaños que me esforcé en hacer hace más de 6 horas atrás. Mis piernas también están cansadas, pero la música electrónica que retumba a mi alrededor es lo suficientemente buena para mantenerlas saltando entre todo el montón de gente sin importar que están a nada de colapsar.
No sé cuántos tragos llevo de más, dejé de contar cuando Louis me extendió el séptimo vaso y mi equilibrio comenzó a fallar al igual que mi visión. Lo último que recuerdo lúcidamente es que dejé a Taylor de cabeza mientras bebía cerveza de un barril y le demostraba a Jin y a Jungwon que ella es la reina cuando se trata de beber alcohol de manera creativa para ir a buscar a mis otros amigos e ir a saltar juntos junto a todas estas personas.
Además, sí mi memoria no me falla y el líquido azul en mi vaso no ha hecho estragos en mí todavía, Taehyung y Yoongi vinieron a bailar conmigo porque Harry y Louis comenzaron a envolvernos en una tensión sexual muy palpable y no queríamos estar ahí cuando ese par se lanzara sobre el otro para comerse o algo peor.
Eso fue hace más de una hora, creo, ahora mismo no tengo ni idea de dónde están todos, pero sé que mi cabeza está girando como un jodido carrusel endiablado.
Bebo de mi vaso rojo para ignorar el mareo que me provocan todas las luces girando a mi alrededor y hago una mueca cuando siento como mi garganta quema y mi camisa se arruina «por centésima vez» debido a las gotas que se derraman por los pequeños saltos que doy.
—¡Hyuka, mira, mira!
Volteo mi cabeza ante el sonido de la voz de Taylor y frunzo mi ceño cuando está en mi campo de visión.
—¿Qué no tú estabas bebiendo cerveza con la sangre en la cabeza? — balbuceo cómo puedo por la falta de conexión de neuronas en mi cabeza.
—Sí, pero el barril se acabó — eleva sus hombros mientras se toma de un desconocido para estabilizarse. Me tambaleo en mi lugar al dejar de brincar, pero me apresuro a colocar mi mano en su cintura para darle sostén. Taylor murmura un "gracias" risueño y continúa — y cuando se acabó decidí llamar a mi representante para que me trajera otro, pero entré a Twitter sin querer y me encontré con este hilo, ¡mira!
Achico mis ojos ante la luz proveniente del celular de mi mejor amiga y arrugo la nariz al ver borrosa cada letra.
—No sé que dice ahí, Tay — digo sincero —. Creo que necesito lentes con urgencia porque ya veo puras manchitas borrosas — me preocupo.
—¡Mañana te llevo con un doctor de los ojos, no te nos vayas a morir! — se preocupa conmigo y mi corazón se acelera ante su comentario.
—¿Me puedo morir? — abro los ojos asustado.
—¡Google dice que sí!
—¡No me quiero morir, Tay! — lloriqueo, mientras siento un peso extra sobre mi hombro.
