Unique

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Un pequeño chico de sombrero típico mexicano se encontraba en su isla esperando con una cara de mil demonios a que un asqueroso español se dignara a responder su mensaje. No porque quisiera hablarle, por supuesto que no... primero se pegaban un tiro, pero, para su mala suerte esa persona despreciable tenía a sus primos dos personas que significaban el mundo para él. Luzu, aquella rata asquerosa había optado por secuestrarlos en un estúpido intento de "conversar" sobre todo lo sucedido hasta ahora. Claro que nunca se esperó que el menor, vengativo y con el enojo impulsando sus decisiones lograra secuestrar a sus dos hijos y de paso matar a uno de ellos aunque... claro que de eso no estaba del todo enterado por lo que a parte de conversar, hablarían sobre sus rehenes.

— Me hace esperar como si tuviera todo el puto tiempo del mundo — murmuró fastidiado, su paciencia había llegado el límite. Fue cuando estaba a punto de realizar algo estupido que un hombre encapuchado se hizo presente en la muralla llamando su nombre a gritos, una persona que Quackity reconocía claramente como una lacra del gobierno de Luzu. Un estúpido que se acercó diciendo una de las cosas más estupidas que escuchó en su vida.

"El señor alcalde quiere encontrarse con usted en el centro de karmaland, me pidió que lo escoltara hacia el lugar"

Menudo pendejo.

Se hubiera negado por mil motivos siendo uno de ellos el hecho de que la plaza y todo el pueblo estaba repleto de sus secuaces y que por si fuera poco, estando en este momento sin ninguno de sus aliados apoyándolo era más que claro que su ventaja era reducida a cero. No era tan estúpido, sabía que estaría yendo directo a la boca del lobo pero en estos momentos sin saber absolutamente nada de sus primos las opciones se le iban de las manos.

Así que ahí se encontraba, caminando detrás del secuaz sin confiar en todo lo que le rodeaba.

El centro de karmaland no estaba tan lejos, en menos de quince minutos ya habían llegado. Quackity miró por el rabillo del ojo notando como claramente todo se encontraba lleno de secuaces armados fulminandolo con cara de pocos amigos, pero lo principal... oh el foco principal claramente era ese castaño de prendas rojizas, de ojos rubíes y una mirada tan penetrante que cualquiera desearía obtener. Luzu era un alfa, eso se notaba demasiado con su postura dominante. Era perfectamente el alfa que cualquier omega desearía obtener. Oh bueno, eso pensó Quackity hasta ver lo despreciable y traicionero que podía ser.

— Eey Luzu... que te da miedo pues verme o qué — se burlo ante la cantidad de guardias que había alrededor, claramente aquello fastidio al alfa.

— ¿Miedo de verte a ti?

— Pues porque tienes tanto pinche secuaz aquí de lado, que no me puedes ver en una pinche oficina tu y yo solos... pero se me hace que yo te doy miedo cabrón. Pero... ¿sabes qué? No me importa, yo no estoy aquí para perder mi puto tiempo.

La tensión se podía sentir en el aire, eran miles de sensaciones que volvían a tomar vida, no se habían encontrado desde lo que sucedió en las elecciones y ahora todo era tan distinto. Se notaba a kilómetros que sin duda alguna los dos, se odiaban.

— Dime que quieres cabró-

Pero fue rápidamente interrumpido por el ojirubí.

— Lo primero, el único que se esconde como una rata eres tú con tu revolución. Estas escondido todo el día con toda la gentuza que está ayudándote a hacer esto.

Rió al escucharlo, la indignación se podía notar en su mirada.

— ¿Así? Pues muy escondido estoy que me mandaste a un pendejo que me estuviera cuidando ¿verdad? Ahh, pero quien te toque a ti todo guardadito en tu ayuntamiento culero con todos tus pinches asistentes pendejos... a mi se me hace de que el se esconde es otro Luzu, la verdad.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2023 ⏰

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Posesión (one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora