El duelo [WolveSilver]

1. Sin dolor no te haces feliz[1/2]

Está historia está basada en mis ideas locas y otro fic WinterSpider [las tres bases de conquistar] que por ahí publique (solo algunas partes de narrativa y una apuesta)

Suelo escribir lo que me gustaría leer.

Si te pásaste a leer por aquí, mil gracias y no olvides votar.

Enjoy

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Y si yo te muestro mi lado obscuro ¿Me abrazarás está noche todavía? Y si te abro mi corazón y te enseño mi lado débil ¿Qué harías tú?
The final cut, Pink Floyd

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No importa que sienta dolor en los nudillos, no interesa que sus hombros estén tensos ni tampoco que las piernas le tiemblen como gelatina. Ha perdido la cuenta de cuántas horas lleva en gimnasio de la mansión, intentando inútilmente aminorar esa rabia que hierve dentro de él.

Si tan solo hubiera llegado un poco antes, si tan solo tuviera esas habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo y no se confiara nada más en su mutación. Tal vez, quizá su hermana estaría aún con vida, tonteando de cualquier cosa como solían hacer.

No podía olvidarlo, ¿Cómo dejarla ir? Apenas han pasado dos meses sin su presencia, siendo que permanecieron juntos 22 años, todo el tiempo pegados como lapas ¡Maldita sea! Compartieron hasta el vientre de su madre. Las lágrimas brotaron de sus ojos y apretó las mandíbulas.

Peter Maximoff comprende que su cuerpo está por colapsar, al fin y al cabo los omegas no tienen las mismas capacidades que los alfas. Su cerebro le dice que pare, que debe dejar el saco de boxeo porque no está consiguiendo nada más que mancillar su salud y su cuerpo. A perdido el apetito, las ganas de ir a las misiones, no sale de su alcoba ni para las clases. Chales Xavier intentó de todo para animarle, lo que agradece en silencio pero está Erik, su padre que aunque no lo diga, Peter piensa que lo culpa por la muerte de Wanda.

Dos, tres, cuatro golpes mas al saco..

-Lo estás haciendo mal-aquella voz rasposa, casi gutural sonó en la habitación.

Peter maldice el hecho de olvidar los audífonos en su habitación, eso le obliga a interactuar con los demás. No puede ignorarlo. El chico se detiene y se enjuaga las lágrimas con brusquedad, gira el rostro enfadado por la interrupción hacia la izquierda y encuentra a James Howlett. Ese hombre que dejó de ver hace seis años, cuando este se marchó de la mansión a buscar sus orígenes. Aquel qué junto a su Padre y Charles había pedido ayuda unos años atrás buscando salvar al mundo.

El alfa intenta vendar sus manos, parecía que tomaría algún saco del gimnasio y haría lo propio. Peter se quedó analizando al hombre desde la distancia, fingiendo mitigar ese cosquilleo tramposo que aparecía cada vez que llegaba a toparlo. Y es que siempre se negó a reconocer que desde el pasado cuando Logan llegó al sótano de su casa, le removió algo, siendo que el omega se pensó simplemente asexual al no mostrar interés en ese ámbito de la vida.

Logan quiso anudar correctamente las malditas vendas, su concentración no daba para nada últimamente. Llevaba un par de meses de regreso a la mansión y lo único que consiguió es poco durante la búsqueda y mucho a su regreso. Resulta que, a su vuelta se enredó con cierta Omega pelirroja que no buscaba más que tomar experiencia en la vida y lo usó a conveniencia. Cuando fue consciente de ello ya estaba enganchado de alguna manera. Maldijo el momento en que se le ocurrió seguirle el juego. Quizá era sexual, quizá era su soledad que fue solventada un corto tiempo por el calor de la chica.

-Déjame ayudarte viejo-murmuro Peter y a grandes zancadas se acercó al alfa.

Logan frunció el ceño, había olvidado su presencia, y se extrañó tanto por el ofrecimiento como el apelativo confianzudo que el Omega le dio. Sin importar la mala mirada del mayor, el chico hizo manos a la obra con las condenadas vendas. Él ya se había retirado las suyas y los guantes durante todo ese tiempo de silencio.