Primero que nada, te extraño

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"No creo que el fin del mundo sea tan malo..."—comentó mi novio, Teo, mientras hablábamos distanciadaos por teléfono—"De hecho, ya estoy harto de lidiar con los hombres, con el amor y con todas esas cosas a mis 19 años. Si voy a seguir así hasta los 20, preferiría que todo acabara de una vez..."

"¡No digas esas cosas, Teo!"—alcé mi voz en desacuerdo,—"¡No sabes lo que estás diciendo!"

"¿Eres estúpido o qué, Leo?"—me cortó mi novio, con sus palabras resonando en mi teléfono—"Alguien tan perfecto como tú no tiene derecho a criticarme, y lo sabes, cariño. Tu corazón no se ha roto en mil pedazos como el mío, ¡así que mejor cierra tu maldita boca y escucha bien lo que te voy a contar!"

No podía parar de ver la luna mientras hablaba con mi novio, y observaba lo débil que era por dentro, desde la ventana del balcón de mi habitación; el viento húmedo y seco que entraba por la misma era lo único que me reconfortaba en ese frío momento, y estoy seguro de que no sólo me reconfortaba a mí esa noche de verano.

"...Leo, discúlpame por ser tan grosero en estos momentos, pero necesito que me oigas, no solo como mi novio, pero, como el hermano que nunca tuve..."—me dijo Teo por teléfono—"¿Podrías hacer esto por mí aunque sea sólo hoy, cariño?"

Antes de contestarle a mi novio, decidí mirar hacia atrás. Tenía miedo: ahora la luna me miraba a los ojos, y mi novio sollozaba desde el teléfono en mis oídos. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue ver a mi antiguo reloj de pared, el cual colgaba libremente en una estantería de madera, para checar la hora.

"Teo, ya es media noche. ¿Por qué no mejor dejamos ésta platica para otro día?"—le sugerí a mi novio con una voz temblorosa—"Ya estoy cansado, y no creo que pueda dormir bien esta noche si me acuesto con tu tristeza y odio pateando mi cabeza..."

En ese momento, oí como Teo dió un respiro muy fuerte y exhaló todos sus escalofríos por el teléfono. Me reconfortó un poco oírla hacer eso, pero me reconfortó aún más lo que me dijo después.

—"Leoncito, tienes razón. ¡Se nos va a caer la juventud por la ventana si seguimos hablando así todas las noches!"—carcajeaba Teo mientras reía a través del teléfono,—"Igual, gracias por haber compartido este momento conmigo, Leo. En verdad, aprecio mucho que te desveles hasta la noche oyendo mis quejas. ¿Tú no te cansas de siempre hablar de lo mismo, cariño?"

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2023 ⏰

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