Malos Hábitos

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Paseó la vista alrededor de todo el amplio salón. Las antorchas entregaban una visión espectacular, que era mermada con los gritos de todo tipo que se escuchaban. Borrachos por todas partes, cogiendo con cualquiera y en cualquier lugar. El pudor estaba totalmente perdido, ya era costumbre. Podía ver una mujer llevada de los pelos por uno de los consejeros del imperio; Por allá niños acariciando horribles y deformes cuerpos de los más viejos. Algún varón siendo empotrado frente a alguna pared, mientras otros sirvientes se paseaban ofreciendo deliciosa comida y mucho más vino. Personas durmiendo en extrañas posiciones, estorbando el paso.

Estaba aburrido, todo el tiempo era más de lo mismo. Su larga túnica blanca le estaba asfixiando. Tomó a una chica que se veía limpia y se la llevó bruscamente del brazo al pasillo. A pesar de que siempre había gente por todas partes, jamás llevaría a una mugrienta sirvienta a su habitación. Su pieza era sagrada, no la iba a ensuciar con harapientos domésticos, menos por un poco de privacidad que no necesitaba.

Tenía la costumbre de tomar a cualquiera cuando se sentía caliente, y era algo que pasaba bastante seguido. La hizo arrodillarse y meterse debajo de su vestido. Tomó su cabeza con fuerza y la penetró duramente. Poco le importaba si le dolía o si terminaba vomitando. Para eso estaba, era lo que merecía.

Unos minutos después se corrió en la boca de la mujer. De un empujón la sacó y la dejó ahí, mientras iba a tomar un baño. Necesitaba asearse, porque era imposible saber a quién más se la había chupado la prostituta esa. Trataba de mantenerse sano y limpio, dentro de lo posible, porque había visto estragos en los hombres más promiscuos.

En los baños públicos vio a la mayoría de los encargados de los asuntos importantes, desnudos, recibiendo algún tipo de "compañía". Le daban asco. Ahí la mayoría eran niños y niñas de no más de 12 años. Era normal y aceptado para la mayoría, aunque cada vez había más objetores.

Lo único que lograba calmarlo, era que una vez que su hermano tomara el poder de emperador, esa práctica iba a acabar.

Roma, pensaba, se había vuelto la cuna de los depravados y desobligados. No es que él fuera un ejemplo de virtud, mal que mal cada día se follaba a cualquiera que anduviera por ahí. Pero usar a los niños, o a tu propia familia, era peor que repulsivo.

Recuerda cuando vio a su padre tomando a su cuñada, esposa de Liam, su hermano. Sabían que su padre era un verdadero asco, pero tener la audacia de involucrarse con su nuera, bajo el mismo techo que sus hijos, no tenía nombre. Esa acción desencadenó en que se quedaran huérfanos, y su hermano viudo.

Liam era una persona muy pacífica, pero había cosas inexcusables. Era un gran problema, porque necesitaban herederos y muy pronto; sin embargo, a Liam no le gustaba cualquiera. A su esposa la había elegido con pinzas, pero resultó infértil. No se hubiera separado de ella por eso, porque la quería mucho, pero descubrirla disfrutando en brazos de su mal llamado padre, no tenía perdón.

Iba a comenzar una búsqueda en los pueblos más cercanos, para "renovar" a los sirvientes, que ya estaban desgastados y viejos, cuyo final, después de tanto trabajo, era ser comida fresca para los leones. Literalmente. Un gran espectáculo que entregaba grandes sumas de dinero a la administración del palacio.

Con delicadeza se limpió lo mejor que pudo, tratando de evitar las miradas libidinosas de esos tipos repugnantes que lo querían desnudar, a pesar de ser de ser Louis Tomlinson, el hermano del próximo emperador.

Era una frase que repetía todo el día: emperador. Estaba feliz por su hermano, sobre todo porque eso significaba que él sólo obtendría los beneficios, sin trabajar ni un día. ¿O no?

Amaba las fiestas tan lujosas y llenas de deliciosa comida y mucho vino. Aunque Liam le había advertido que se iban a moderar, él disfrutaría hasta el último momento. Caminó hasta la habitación de su mejor amigo, Niall y lo encontró entre medio de dos rameras, una rubia y otra morena, los tres desnudos sobre la cama compartiendo caricias y risas.

Your Body My Empire, History MPregnant (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora