¿Qué me define? No, no soy una decepción para todos, no soy lo más egoísta que haya pisado la faz de la tierra ni la más caprichosa. Pero ahí está la gracia. Tampoco soy la más feliz, buena y amable. Porque es lo que se llama ser humano, y son todos esos adjetivos que forman una pequeña parte de mí los que me hacen ser yo y no otra persona. Porque el mundo no es blanco y negro, pero tampoco es una gama de grises diversos. El mundo está lleno de colores, formas y texturas que hacen diferenciarse a todo lo que existe. Porque estoy harta de que te des el lujo de describirme siempre como la más buena o la más mala cuando no es verdad. Soy siempre la misma persona y las decisiones que tomo no me definen. Describen mi camino, camino que tengo que ir averiguando y el qué tú tienes que ir presentándome, no empujándome hacia los caminos que te puedan parecer mejores. Porque tengo una edad en la que tengo que ir eligiendo yo mis propios caminos y no dejarme arrastrar. Porque vivir con las decisiones que me corresponden hechas y llevarme las consecuencias nunca me ayudará en nada de cara al futuro, presente o pasado. Y claro que puedes opinar y tomar consecuencias por mis actos porque es la gracia de poder tomar mis decisiones, aprender las consecuencias y saber más para la próxima. Ahora, a lo que no tienes ningún derecho es a tomar esas decisiones por mí. Al igual que tú pudiste tomar las tuyas y crecer como persona, yo también lo tengo. Porque ser adolescente significa que debes tratarme como a una adolescente, no pensar que como estoy entre ser niña y adulta podrás ir cogiendo lo que te venga en gana de ambas. A mis trece años yo te quiero hablar de mis problemas en clase y quiero que me escuches, quiero hablar de qué tan emocionante esté mi libro actual y hablar de lo pensado que es el profesor de física. Quiero tomar mis decisiones y descubrir a dónde me llevará cada una de ellas. Porque te piensas que teniendo tu experiencia podrás hacer que me salte lo malo que me pueda pasar cuando es la gracia de vivir. No es solo para las cosas buenas, es también lo malo, saber manejar todas las emociones no para estar feliz, sino para estar a gusto y tener contraste y equilibrio.
Por eso sé que no soy nada. No soy buena no mala porque no hay ningún adjetivo que vaya a poder describirme nunca porque soy Sara y nada más. Y estoy en un proceso de aprendizaje donde aprendo sobre mí misma pero nunca podré llegar a terminarlo ni entenderlo si no me dejas avanzar. ¿Porque de qué sirve levantarse si no vas a volver a caer?
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monólogos X Sarita
Short Storyvoy a ir creando monólogos a base de mi insomnio y a ver qué sale JAJAJAJSJAJ