Girls Like You

191 9 11
                                    

El insistente sonido de la alarma lo había despertado de manera repentina que lo había hecho asustarse y caerse de la cama con las sábanas totalmente enredadas en su cuerpo. Una expresión de cansancio y molestia había tomado territorio en su rostro por la gran manera de despertar ese lunes. El día que todos odiamos.

Aunque en el caso de este zorro, en cierta parte le gustaba ese día porque era la excusa perfecta para tener que ir a su trabajo en la comisaría de la ciudad de Zootopia y ver a esa pequeña, dulce y fuerte conejita que de alguna manera, apesar de ser de distintas especies, eso no fue obstáculo para que Nick Wilde terminara enamorado de ella.

Y pensar que cuando la conoció le parecía irritante por como lo chantajeó para ayudarla en su investigación que lo llevó a su nueva vida como defensor de la ley. Pero claro, su personalidad de estafador sigue con él sin importar a dónde vaya.

Aquella mañana había transcurrido en alistarse, desayunar y salir de su departamento en una carrera hasta el ascensor, logrando sentir una vibración en su bolsillo, siendo su celular el causante de eso. Su amiga le enviaba un mensaje diciéndole que iría a pasar por él como hace todos los días. Una sonrisa de ternura invadió sus labios por pensar en ella. No podía evitarlo, la amaba con locura.

Llegó a la planta baja del edificio en el que vivía, logrando ver desde el lobby la patrulla que conducía su amiga coneja. Su cola se movió ligeramente y se fue nuevamente corriendo hasta llegar a la puerta principal, saliendo del edificio, siguiendo por alzar su pata delantera para abrir la puerta de la patrulla, viendo a su amiga que le sonreía.

─ Buenos días, Nick. ─ Lo saludó con alegría y optimismo. Como siempre solía hacer.

─ Buen día, Zanahorias. ─ Le regresó el saludo mientras decía ese apodo que le puso el día que ella descubrió que la engañó. La menor rodaría los ojos con una sonrisa, el depredador se adentró en la patrulla y cerró la puerta. ─ ¿No vas a admitir que te hice falta el fin de semana?

─ Mm... No lo creo. ─ Bromeó ella, causando en Nick una dramatización de que su corazón fue herido. ─ ¡Por favor! Tampoco es para tanto.

─ ¿Lo dices en serio? ─ Habló sarcástico y con su característica sonrisa burlona. ─ ¡Me hiciste mucha falta!

─ Ay, Nick. ─ Rió la pequeña coneja con sus manos en el volante y mirando el camino, sin notar que el zorro ahora la observaba detenidamente.

Pasé 24 horas pensando nada más en tí, necesito más horas contigo. Mientras tú pasabas el fin de semana vengándote de Finnick por la mala broma de que tú y yo "éramos pareja". Si por mi fuera, quisiera que eso fuera real.

Digo, tan solo mírate; fuerte, optimista, adorable... caliente, lo admito. Pero más aparte de todo, siempre estás dispuesta a ayudar a los demás. Pues te pido, ayúdame a que me correspondas.

Los pensamientos del zorro habían sido interrumpidos por el fuerte sonido de la bocina de la patrulla. La pequeña conejita que conducía había tocado la bocina con todas sus fuerzas por ver a su compañero con la mirada al horizonte. Se le notaba demasiado distraído.

─ ¡Zanahorias, eso no era necesario! ─ Quejó el mayor cubriendo sus orejas.

─¿Ah, no? ─ Cuestionó sarcástica mientras lo miraba molesta, haciendo que él se pusiera nervios por observar esa mirada desafiante y acusadora. ─ ¿Entonces me dirás una mejor manera de traerte a la realidad?

─ Ah... ─ Desvió su mirada verdosa de ella, acomodando la corbata de su uniforme, hasta finalmente alzar sus brazos y mostrarle una sonrisa burlona a la menor. ─ Está bien, me atrapaste. Tampoco te enojes, tesoro.

Girls Like You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora