Nikola Tesla un joven apasionado de la ciencia, Beelzebu un joven reservado. Ambos tienen una cosa en común. Ser despistados ¿Y que me refiero con eso? Que ninguno de ellos se da cuenta del amor que se tiene hacia el otro.
Había llegado la noche ese día, Nikola no tenia que ponerse para dormir. Tenia pena de preguntarle a Beelzebu si tenía algo para que pudiera ponerse. Realmente no quería causarle mas problemas, ya haberlo dejado estar con el un tiempo era mas que suficiente. Sentía un estrés inmenso a la vez que miedo. Nunca pensó que una parte de su pasado volvería para arruinarle su presente.
Dejo salir un suspiro y se resignó a pedirle, dormiría así de todas formas. Ya se había acostumbrado un poco al quedarse dormido con su ropa después de un día agotador en su ex oficina.
- Nikola, toma esto. – Un sorpresivo Nikola vio una ropa de cambio en los brazos de Beelzebu. Al principio quiso negarlo, pero tampoco quería ser descortés con él.
Sin más acepto.
Nikola – Perdón por todos los problemas que te cause este día Beelzebu. Creo que ya no es buena idea trabajar ahí. Ese loco ya sabe dónde podría estar. – El miedo consumía mas a Nikola, los nervios ganaban a este. No sabía que más hacer.
Beelzebu – Nikola, no es tu culpa que te esté pasando esto. Por favor no cargues con eso, si necesitas llorar... Aquí tienes un hombro donde hacerlo. – Sin mas que decir se acerco y abrazo a Nikola. Todo ese enojo que tenía contra él se fue, dentro de él le decía que lo protegiera.
Lloro y lloro, las lagrimas no paraban de salir de los ojos de Nikola. Tantos años después de haber aguantado, pudo llorar. De verdad necesitaba de alguien que este con él, que lo escuche y que simplemente lo quiera. De un momento a otro comprendía las palabras de Jack. Esos sentimientos que tenia dentro de el era de amor, se estaba enamorando de Beelzebu.
Todos esos días que veía a Beelzebu, no podía despegar su mirada de él. Cada vez que lo veía le causaba un ligero sonrojo. Al principio no sabía por qué. Y cada vez que chocaban miradas su sonrojo aumentaba, sus latidos también. Todo de Beelzebu le gustaba. Pero no podía ni hablar con él, ambos estaban enojados. Bueno el no lo estaba en sí, ahora se sentía como un tonto.
Estar abrazados se sentía tan bien para ambos, sentían la calidez del otro. Sus corazones latían demasiado... Ninguno quería separarse. El sonido de un teléfono les interrumpió el momento y se separaron de inmediato, un sonrojo invadía sus rostros. Beelzebu fue a ver cuál de los dos teléfonos fue y era el suyo. Enojado tomo su teléfono y contesto.
- ¿Sí? Quien habla. – Beelzebu se encontraba muy molesto, quien quiera que sea en el teléfono no le importaba solo quería terminar la llamada lo más rápido posible.
- ¡Beel! Que bueno que contestas, fui a tu trabajo pero no te encontré ahí. ¿Sucedió algo? Tu jefe dijo que te fuiste temprano. – Era Lucifer, tenían una salida este día y quiso recogerlo para ir juntos.
- Ah... eres tu Lucifer. Si perdón, tuve algunos inconvenientes personales. Por eso no estuve ahí. – Tenia que mentir ante su amigo, no podría decirle lo que realmente sucedió. Aunque fuera su amigo este asunto no era suyo y no podía decirlo a cualquiera que conozca.
- Entiendo Beel, no te preocupes. Otro día podemos salir, descansa. – Con esto dicho colgó.
De él salió un gran suspiro, el sueño le ganaba.
Beelzebu – Nikola, iré a dormir. ¿Esta bien? Iré a traerme unas colchas y una almohada. – Se le veía agotado, este día fue uno de los peores de su semana.
Nikola – Si, no te preocupes. Yo también iré a dormir. – Fue a la habitación del azabache, el cual estaba adornado con cosas Dark o Emo. Pero no le desagradaba, capaz era muy oscuro para el pero le parecía agradable el lugar.
Después de cambiarse, se acostó en la cama de este. Su olor estaba en toda la cama, sentía como si lo estuviera abrazando en esa cama. Imaginaba todo tipo de escenarios con el joven de ojos rubí.
...
02:00 am
- Oh mi querido Nikolas, fue difícil salir de ahí. Pero aquí estoy... Nunca te dejare ir –
Lentamente se acercaba al cuerpo dormido de Nikolas para oler su fragancia. Pero lo que olio fue el olor de ese tipo.
- Tu no deberías estar aquí, con este desagradable chico. Solo conmigo mi adorado Nikola. –
Un ruido ahuyento al sujeto misterioso que se encontraba dentro del departamento de Beelzebu. Era este mismo que se había levantado repentinamente por que necesitaba ir al baño. No noto que había alguien más dentro del apartamento.
Fin del capítulo 7
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Perdón por el capitulo corto, mi imaginación se fue a la misma vrga. Se los compensare con el capitulo mas largo y extenso que en toda mi vida haya hecho, diosito dame tu poder 🙏.
