Se deslizan en el asiento trasero a mi lado, el olor a pólvora mezclado con su costosa colonia. -Conduce - Su tono es frío cuando se dirige al conductor pero cuando me mira, hay una calidez en sus ojos.
-¿Qué ha pasado?- Miro la ventana rota.
-Me ocupé de ello - Se acomoda en el asiento y saca su teléfono. Sus gruesos dedos golpes rápidamente, disparando un mensaje pareciendo estar enojado. Supongo que lo estaría, dado que alguien acaba de intentar matarlo.
Cierro los ojos y me aprieto su abrigo alrededor de mi. Al menos despejó la habitación antes de arrancarme el traje del cuerpo. Sabes, después de que le disparara a mi nuevo marido. Después de que vi como la sangre derramaba en la ensalada delante de él como su fuera el aderezo. Me estremezco ante la emoción de que me recorre pero no por tristeza, sino alivio. Ahora estoy prácticamente desnudo con un enemigo desconocido que me ha mostrado la suficiente compasión como para confundirme.
Todavía no entiendo su urgencia por destruir mi traje de novio. Yo también odiaba el traje. Es hermoso, seguro, pero no para mí. Es demasiado llamativo y nunca lo favorecí. Me gustan más los diseños simples. Ropa mas sencilla. Mezclándome. Siempre trato de desapercibido al no llevar nada que llame la atención. Mi traje de novio era todo lo contrario a eso. Me veía exactamente como un principito que se la pasa a su príncipe. Excepto que Haaland no era un príncipe. Si lo era, fue de la oscuridad. Por encima de todo, había estado teniendo nuestra noche de bodas. Más aún porque sabía lo enojado que estaba cuando el sacerdote dijo: -Puedes besar a al novio - y yo moví mi cabeza, dándole sólo mi mejilla. Su boca solo rozó el costado de la mía, e incluso eso me pareció demasiado. No sé por qué había decidido pinchar a la bestia, pero lo había hecho. Pero supongo que eso ya no importa. Soy viudo, algo que no me entristece en absoluto. Al no saber cuáles son sus motivos, pisoteo ligeramente a este extraño. Hasta ahora, ha matado a mi marido y me ha hecho desnudarme. Casi me río de lo ridícula que es toda esta situación. Al menos tuvo la decencia de ofrecerme su abrigo. Me sorprendió por un minuto. Al principio no estaba seguro de haberlo escuchado correctamente. No después de la forma en que me habló antes sobre arrancarme el traje del cuerpo. ¿Ahora se ofrecía a cubrirme?
Una risa histérica sale de mí. Levanta una ceja. - ¿Qué es tan divertido, querido mío? Esperaba que estuvieras temblando de miedo, no de risa -
Sólo me río más fuerte porque él tiene razón. Me río porque estoy más confundido pot el traje que por la muerte de Haaland. Debería estar temblando de miedo, pero ¿Por qué? ¿Qué más puede hacerme este hombre que des peor que lo que mi marido habría hecho esta noche en nuestro lecho nupcial?
Cuando finalmente recupero el aliento, pregunto: -¿Por qué odiaste tanto mi traje? -
-No "¿Por qué mataste a mi marido?" - responde. Sus ojos oscuros cagan sobre mí como si estuviera tratando de entenderme. Finalmente lo veo bien. Es guapo..si te gustan los asesinos.
-¿Acaso cuenta como mi marido? No firmamos el papel final o... -Hago una pausa.-Ya sabes. Hacer el acto -Por primera vez, el hombre, posiblemente mi salvador o mi futura peor pesadilla, sonríe con suficiencia.
-¿Quieres decir que no te follo?-
-Consumar el matrimonio -corrijo.
-¿Siempre tienes una boca tan inteligente?-Su tono es plano, y me preguntó si he ido demasiado lejos.
-¿Siempre arrancas la ropa de gente que ni siquiera conoces?- Disparo y luego me muerdo la lengua.
¿Qué es lo que me pasa? Primero le pinché a Haaland, y ahora estoy provocado al hombre que lo mato. Haaland era un gatito comparado con el hombre que estaba a mi lado. No, el asesino de pelo oscuro a mi lado no es alguien con quien jugar. Claramente tiene más poder que mi familia y la de Haaland juntas.
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Rey! « ᴇɴᴢᴜʟɪᴀɴ
FanfictionSabía que mi padre iba a venderme. Un novio se ofrecía para forzar una alianza o para sellar un trato. Aún así, me aferré a la esperaba de vivir libre de las familias. Pero cuando me entregan a Erling Haaland, me doy cuenta de mis delgados sueños de...