Mañanas Normales. Malec-Mini O.S.

Azul.

Cuando los primero rayos del sol lucharón fieramente contra las pesadas cortinas de telas flamantes y abstractas figuras, la alarma del despertador convulsiono en su lugar provocando que todo aquel objeto que descansara a su alrededor empezara a temblar ligeramente como un mini terremoto en Brooklyn.

- ¡¿Que es ese sonido infernal?! -gruño Magnus Bane aun la voz ronca por el sueño. Sin embargo, para su suerte la alarma ceso y callo su cantar provocando el silencio total. Magnus ronroneo en su lugar mientras con su mano frotaba su rostro y volvía a tenderse en su lugar. El Nephilim que dormía a su lado murmuro un susurro de palabras que fueron inteligibles para la raza humana mientras se acomodaba en una manera cómoda en su inexistente lugar. El brujo y el nephilim dormían completamente abrazados según a la merced del otro, mientras Alec mantenía su rostro oculto en el pecho desnudo de su novio este ultimo mantenía un brazo sobre los pálidos hombros del chico y con el brazo libre restante entrelazo sus dedos con los de su amado. Ante la vista preciosa de esa imagen; el despertador celoso volvió al ataque, solo que esta vez él brujo estaba preparado y con un chasquido de mano el despertador desapareció de la faz de la tierra. Magnus sonrío victorioso mientras el sueño lo arrastraba nuevamente a la oscuridad. Pasaron varias horas y los rayos ya danzaban victoriosos sobre los pisos de madera recién lustrada que descansaba en la habitación de los chicos mientras las cortinas vencidas ondulaban por el murmullo del viento que provenía de la ciudad. Cuando...

¡Pum!, ¡Pum!, ¡Pum!

- ¿Alec? -pregunto Magnus sin abrir sus ojos. Sin embargo, no obtuvo respuesta del nephilim. El brujo cansado, pidió a Lilith que quien fuera que era se marcharan si no obtenían respuesta.

¡Pum!, ¡Pum!, ¡Pum!

El ruido de la puerta al astillarse sobresalto a Alexander de su atontamiento por la nubosidad del sueño. Pasos ligeros hicieron eco sobre la madera y antes de que el nephilim tuviera tiempo de tomar alguna de sus armas, la puerta se abrió y una Isabelle muy furiosa entro en escena.

- ¿Me puedes decir que haces aquí, Isabelle? -pregunto Alec tratando de ocultar su desnudez patéticamente con la sabana arrugada. Los ojos negros pero brillantes de ira miraron hacia su objetivo.

- ¡Magnus Bane! -gritó enojada caminando rumbo al brujo que apenas y había abierto un ojo desde la intrusión. Levantando su látigo y con una habilidad que solo podía decirse que tenía desde niña, atrapo el pie desnudo y sobresaliente del brujo y lo jalo con toda la fuerza de la cual es dueña una cazadora de sombras. Con sobresalto Alec observo como el cuerpo de su novio volaba de la cama y aterrizaba en el suelo de madera con un severo golpe, antes de que pudiera parpadear Izzy apretó el pecho de Magnus con su rodilla cubierta de cuero negro y apretaba con "Delicadeza" un cuchillo serafín cerca del cuello del brujo.

- ¡Isabelle! -gritó Alec sobresaltado mientras salía de la cama con unos escasos boxers negros y su desnudez. Antes de que pudiera acercarse más, por el rabillo del ojo observo otra figura en el umbral. Rápidamente giró su rostro y con sorpresa observo a una hermosa castaña entrar con timidez, vestía pantalones cortos y una blusa con algunos dibujos japoneses en el estampado. >>¿Quién es esa chica?<< Sé pregunto Alexander mientras observaba atónito la escena que tenia enfrente. Isabelle gruño con frustración a su lado y eso llamó la completa atención del ojiazul.

- ¡Es contra la Clave! Así que habla de una vez por todas, Magnus Bane. -escupió Izzy sin temer que Magnus fuera un brujo con mucho más poder de lo que creía. -¡Regrésalo!